Una de las recomendaciones que más se escuchan
cuando se comienza en el mundo de las inversiones es poner oídos y ojos
sobre quién recomienda qué cosa. Con esto se busca detectar el interés
del emisor de un mensaje al recomendar algo, ello bajo la premisa de
que la buena fe y la objetividad son un bien escaso.
Precisamente es en este punto donde la reciente formulación de cargos
en el caso Cascadas por parte de la Superintendencia de Valores y
Seguros (SVS) vuelve a poner énfasis, aunque no de manera explícita.
En esta segunda formulación de cargos –la primera fue en septiembre e
incluyó a Julio Ponce Lerou, Aldo Motta Camp, Patricio Contesse y
Roberto Guzmán-, consideró a siete personas, dos corredoras de Bolsa y
dos firmas financieras. “Se formularon cargos a Larrain Vial S.A.
Corredora de Bolsa y a sus ejecutivos Manuel Bulnes Muzard y Felipe
Errázuriz Amenábar, a Leonidas Vial Echeverría y a Alberto Le Blanc
Matthaei. Asimismo, se formularon cargos a Banchile Corredores de Bolsa
S.A. y a su ex ejecutivo Cristián Araya Fernández, a Citigroup Global
Markets Inc. y a su representante legal Fabio Gheilerman, a Linzor
Asset Management -hoy CHL Asset Management Chile-, y a su representante
legal Canio Corbo Atria, por su participación en ciertas operaciones en
acciones SQM-A y SQM-B”, indicó la autoridad en un comunicado.
De acuerdo a lo indicado por la SVS, las transacciones en las que
participaron las entidades y personas aludidas, configurarían parte del
esquema de operaciones, y en algunas aparentando el cumplimiento de
ciertas condiciones habilitantes para la realización de operaciones
bursátiles.
Los aludidos en su mayoría, claro, reclaman inocencia.
En Banchile Corredores de Bolsa informaron que sus abogados están en
proceso de revisión del oficio reservado que recibieron, “para hacer un
análisis de sus fundamentos y preparar sus descargos en orden a
demostrar el correcto actuar de Banchile Corredores de Bolsa S.A. en
estas operaciones”.
En tanto que en Larraín Vial, fue el abogado de Cariola, Díez, Pérez-Cotapos
& Cía., Gerardo Varela, quien precisó que “la reciente formulación
de cargos de la SVS a LarrainVial y dos de sus ejecutivos, da una
oportunidad concreta de defender la total inocencia de la empresa y sus
ejecutivos en relación a operaciones particulares que se investigan”.
Más allá de la inocencia, recordemos que hasta que no haya un
pronunciamiento definitivo nadie es culpable de nada todavía. El
problema es que las entidades acusadas podrían haber visto afectado su
actuar en el mercado dada su vinculación con SQM.
QUÉ NOS
IMPORTA
El asunto se agrava si se considera que las corredoras de Bolsa son
actores claves del mercado.
Recordemos que para operar en la Bolsa de Santiago se requiere hacerlo
a través de estas instituciones, por exigencia regulatoria, y que en el
tiempo en que se cometieron los ilícitos, de acuerdo a la SVS entre
diciembre de 2009 y abril de 2010, como también en marzo de 2011, esas
mismas instituciones justamente recomendaban
la compra de los valores vinculados a SQM.
Por ejemplo, en septiembre de 2009 el banco Citigroup (cuya relacionada
Citigroup Global Markets aparece entre los formulados por la SVS)
reinició su cobertura de las acciones de la Sociedad Química y Minera
de Chile (SQM), con un precio objetivo de US$ 53,00 por ADR (unos
$29.200) y una recomendación de “comprar”.
En tanto que, en diciembre de 2010 el diario El Mercurio señalaba en un
artículo sobre las acciones más recomendadas por las corredoras que
“SQM-B es la cuarta acción con el mayor número de menciones. En seis
departamentos de estudios, se incluye a esta compañía entre las
favoritas. Según Banchile, la empresa de fertilizantes tiene una
posición privilegiada para beneficiarse de la recuperación económica.
Además, presentaría sólidos fundamentos y ventajas competitivas de
largo plazo, entre las cuales se cuentan el bajo costo para acceder a
materias primas y su liderazgo mundial en la mayoría de sus negocios”.
Está bien que sólo hay cosas que uno ve con el tiempo, y que siempre es
fácil ser general después de la batalla.
Sin embrago, más allá de lo que ocurra finalmente con el caso Cascadas
(la SVS dijo que podría incluso haber nuevas formulaciones de cargos),
esta segunda etapa es una muestra de que hay que poner mucho cuidado y
siempre estar atentos a quien dice qué, pero por sobre todo poner
atención por
qué lo dice, no vaya a tener algún interés o alguna
sociedad participando en la recomendada.
Saludos,
Alejandra.
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