Quince
días parados llevan los trabajadores portuarios en Chile, si bien la
movilización comenzó en el Puerto de Angamos, ubicado 1.400 kilómetros al
norte de Santiago, se sumaron a ella también los operadores de San Antonio,
Arica, Antofagasta, Biobío, Valparaíso y recientemente Puerto Montt.
En total las pérdidas llegarían a los US$ 400 millones (en el caso de que
terminara ahora, claro). De ser así, es el sector exportador quien sería el
principal afectado por el movimiento, justamente en momentos en que
comienza la temporada de mayor cantidad de envíos. En tanto que la minería,
columna vertebral de la economía chilena, también está sufriendo las
pérdidas por la paralización.
La situación preocupa al Gobierno, pero a pesar de ello se ha negado a
negociar con los trabajadores hasta que depongan el paro. El ministro de
Agricultura, Luis Mayol, ya sostuvo que si alguno de los gremios
exportadores afectado por el movimiento pide que se invoque la Ley de
Seguridad Interior del Estado, lo hará.
Esto, a pesar que el representante de la gremial que reúne a todo ese
sector, Patricio Crespo, aseguró que no pedirán al Ejecutivo aplicar dicha
Ley. “No hemos pedido eso ni lo haremos, porque es un tema que le compete
netamente al Gobierno. Nosotros ya hicimos el trabajo de ofrecer nuestra
mejor disposición para dialogar, pero primero deben deponer la huelga y
volver a la normalidad”.
LO QUE PIDEN
Los trabajadores manejan distintos petitorios. Mientras los de Angamos
solicitan un trato igualitario para operadores y trabajadores eventuales,
los de San Antonio solicitan el pago retroactivo de media hora de colación
correspondiente al periodo enero de 2005-marzo de 2013.
Y así sucesivamente de acuerdo a cada una de las empresas paralizadas, que
de paso hay que decirlo: son privadas.
Ahora bien, más allá de todo esto, el problema aquí es que muy
probablemente la imagen de Chile sea la más dañada con esta situación.
La preocupación ya ha sido manifestada por altos ejecutivos de las grandes
navieras que operan en Chile y que se reunieron con el Ministro del
Interior, Andrés Chadwick, para buscar formas de afrontar la situación.
En una entrevista que esta semana ocupó la portada del diario El Mercurio,
Maersk, la mayor naviera del mundo, advirtió que los conflictos portuarios
ponen en riesgo la imagen de Chile y su competitividad comercial,
encendiendo las alarmas en algunos sectores.
El otro problema para el comercio internacional es la inestabilidad, ya que
éste es el segundo paro en menos de un año. A fines de marzo y hasta
inicios de abril de 2013 los trabajadores del sector detuvieron sus faenas
por demandas laborales. En esa ocasión la movilización concluyó cuando
intervino La Moneda y la entonces ministra del Trabajo, y posterior
candidata presidencial de la Alianza por Chile, Evelyn Matthei.
Además, Chile enfrenta por estos días un competidor muy duro de cara a los
puertos del Pacífico: Perú, que ha crecido todos los años cerca de 6%, está
expandiéndose su agricultura y cuenta con la preciada estabilidad portuaria
.
Junto con todo esto, la situación ha puesto de manifiesto el desacuerdo
entre el gobierno y los empresarios del sector.
En el rubro portuario han manifestado cierta molestia con el Ejecutivo,
pues dicen que algunas autoridades han responsabilizado a los empresarios
portuarios del conflicto. A su vez, personeros ligados al sector portuario
han manifestado que si bien están en desacuerdo con la paralización,
admiten que en el caso de San Antonio la demanda tiene bases por el acuerdo
con el Ejecutivo logrado en 2013. Por eso, dicen, los sindicatos están
aprovechando el fuerte movimiento frutícola para amarrar el pago de la
colación.
Con todo este daño a la imagen de Chile en el mundo, con la posibilidad de
que Perú le quite al país el rol de alumno destacado en la región y con los
problemas que se generan en el comercio internacional, cabe preguntarse que
si este paro puede ser el puntapié inicial de otras movilizaciones que
afecten al sector productivo.
Y lo que es más grave, todo esto en un año en que organismos
internacionales y el propio banco central chileno han ajustado a la baja
sus proyecciones de crecimiento para la economía local, que podría afectar
a muchos actores más allá de las empresas directamente involucradas.
En ese sentido, es necesario estar preparados y, en el tema específico de
las inversiones, buscar formas de diversificarse fuera de las fronteras. Ya
Felipe Ramírez les habló de eso en el adelanto de “Los 5 polémicos
de 2014”, donde se deslizan algunas claves para “salir
del país” y ponerse a salvo de cualquier tormenta.
Usted debería prestarle atención.
Saludos,
Alejandra.
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