El consorcio GUPC, liderado por la empresa española Sacyr, está sufriendo sus primeros roces en medio de los problemas financieros para continuar con la ampliación del Canal, ya que observadores señalaron que la italiana Salini Impregilo -otro integrante del consorcio- cree que la firma española está siendo muy suave en las negociaciones con la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
El martes, el grupo dijo que continuará la construcción de la tercera esclusa del canal sólo si la ACP contribuye con US$ 400 millones adicionales a los US$ 100 millones que le habían ofrecido para resolver el conflicto. Pero ayer, la firma italiana propuso dos soluciones alternativas que llevarían a la ACP a un pago adicional de US$ 1.000 millones para completar el trabajo. Esto sería una muestra de que “Salini tendría intenciones de liderar el proyecto”, comentaron fuentes a Reuters.
Por su parte, Jorge Quijano, titular de la ACP dijo que no iba a negociar con la propuesta de la firma italiana ya que estaban fuera del marco contractual.
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