2013/12/07

El shitzu que pone en riesgo a la economía



Gastos por encima de las posibilidades y poco ahorro son hoy los principales riesgos que los sectores medios enfrentan de cara a una desaceleración de la economía. En qué nos afecta el aumento en los costos de la energía para las mineras. Además, Alejandra Lizana y números que encienden alarmas. 

Felipe Ramírez, en Santiago de Chile*
 

Hora de almuerzo. Barrio Los Leones:

“¿Aló? Sí, soy Verónica C., la amiga de la Claudia V. Ella me dijo que te iba a avisar que yo iba a llamar. Es por lo de los shitzu, me comentó que tú tenías tres. Sí, una hembra quería yo. Oye, ¿y hasta qué tamaño crecen? Ah, seis-siete kilos entonces. Entonces no son de esos ‘toy’. Porque una amiga se compró uno que creció hasta los tres kilos nomás. Ok, perfecto. Oye, ¿y es 100% shitzu? ¿El papá y la mamá son shitzu-shitzu? Ah, ¿inscritos? ¡Qué buena! Ok, ok. Entonces, ¿cuánto era? ¿300? Sí, sí, perfecto. ¿La Claudia tiene tus datos? Bueno, perfecto entonces, te hago la transferencia y te llamo de nuevo para ir a buscarla. Gracias, eh. Chao”. 

A los pocos minutos (la verdad sin demasiado disimulo) me di vuelta para ver de dónde salían las palabras que acababa de escuchar.

Y ahí estaba, en pleno, la nueva “clase media chilena emergente”.

Dos amigas de poco más de 30 años. De extracción medianamente popular, probablemente eran la primera generación universitaria de su familia. Habían estudiado con créditos del Estado o gracias al esfuerzo de sus padres, lo que les había permitido dar un salto laboral del que no habían gozado sus progenitores. Hoy seguramente ganan más que ellos, lo que les está abriendo las puertas a una calidad de vida muy superior.

¿Pero ganan tanto?

¿Así como para gastarse 300 lucas en un perro de seis kilos, de un sopetón?

Personalmente, tengo mis dudas. Si tuviera que apostar, diría que sus sueldos rondaban el millón de pesos, incluso con más probabilidad de ir para abajo que para arriba. Con eso, tenemos que la perrita shitzu estaría costando, para una de ellas –por lo menos-, un 30% de sus ingresos mensuales.

Es un ejemplo, pero un ejemplo que sirve para ilustrar esa sensación que yo llamo de “fiesta eterna” respecto de la economía chilena. Hay muchas personas –y entre ellas de seguro que están todos los suscriptores de la revista Inversor Global o el servicio de recomendaciones de inversión Crisis & Oportunidad- que no entran en este grupo, pero son la minoría.

Porque a la mayoría de la gente la veo como Verónica, sin detenerse a pensar en su orden financiero personal, gastando lo que se tiene hoy como si fuera a durar para siempre.

O peor, gastándose lo que no se tiene. Endeudándose.

Y esto puede durar un tiempo, pero no para siempre.

¿LE BAJAN EL SUELDO A CHILE?

Con la historia del perrito de $300 mil en la mente, después del horario laboral me reuní con un conocido que trabaja en el Ministerio de Hacienda. Su trabajo consiste en identificar y analizar lo que se conoce como “riesgos sistémicos”: el control de las variables  macroeconómicas que podrían poner en riesgo la estabilidad de la economía del país.

Le pregunté por el tema, por esta sensación de triunfalismo que impera en la clase media chilena, y de cómo él veía el tema de hasta cuándo podía prolongarse y qué riesgos se veían.

“Los costos de la energía, ahí está el problema. Sobre todo en las mineras”, dijo.

“¿Y cómo los costos de energía de las mineras pueden afectar al resto de la economía?

¿Cómo eso afecta a la gente que esta acá, alrededor de nosotros, en este bar?”, le pregunté.


“Pasa que los costos de la energía están recortando los márgenes de utilidades de las mineras, que son la principal fuente de recaudación de impuestos del país. Entonces, aunque los costos suban para los privados, es finalmente el Estado el que se ve afectado al obtener menores recaudaciones. Y con esto te queda menos plata para gastar: menos en hospitales, escuelas, bonos, etcétera. Eso arrastra malestar social, protestas incluso, lo que genera incertidumbre en los empresarios, que invierten menos. Y si invierten menos, a la larga para mantener sus utilidades deben recortar por otro lado, por la parte del hilo más delgada, que siempre es el empleo. Y con menores ingresos y más desempleo, hay menos consumo, lo que genera un círculo vicioso de ralentización de la economía”.

Y en una economía estancada, creo que no es necesario decir que ya no sobrará la plata para andar comprando shitzus…

En una economía estancada las prioridades cambian…

En una economía estancada los únicos que se mantienen a flote son los que, como el cuento de la hormiga y la cigarra, guardaron para el invierno…

Por ahora esto no debería pasar, porque el alto precio del cobre permite mantener buenos márgenes a pesar de los costos de la energía. ¿Pero qué pasará cuando el cobre baje?

Hasta ahora ha quedado claro que ningún político ha tenido el coraje de pagar el costo de inclinarse por una matriz energética determinada. Hidroeléctrica, termoeléctrica, alternativas. Usted nombre la suya, pero todas enfrentan protestas de algún grupo determinado.

¿Lo hará el próximo Gobierno?

Por ahora, como le digo, la mejor forma de preparase, por las dudas, es “salirse de Chile”. En medio de la incertidumbre es probable que el IPSA no repunte en el corto plazo (adelanto: tema de la próxima columna). Y para eso, para estar preparado, la revista Inversor Global y el reporte de recomendaciones Crisis & Oportunidad, tienen muchas respuestas.

Buen fin de semana.

Felipe.

*Periodista. Editor General de Inversor Global.



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