Investigaciones y demandas, el otro frente que complica a Batista

La Comisión de Valores (CVM) de Brasil está investigando a las empresas OGX y LLX por conductas irregulares.

La caída del gran imperio que formó Eike Batista ha sobrepasado todas las fronteras y al multimillonario brasileño le sigue lloviendo sobre mojado. Este ambicioso empresario, que ha perdido cerca de 
US$ 817 millones en el último mes en medio del mayor colapso empresarial en América Latina, está siendo investigado por la Comisión de Valores Inmobiliarios (CVM) en Brasil por conductas irregulares en el mercado.

LA CVM ya lleva más de diecisiete investigaciones preliminares y si logra encontrar alguna situación sospechosa podrían empezar a realizar procesos penales. En marzo de este año, CVM abrió una investigación formal por divulgación de información y uso de información privilegiada de Batista y tres ejecutivos de LLX -el CEO Otavio Lazcano, el director de finanzas Eugenio Figueiredo y el ex director Claudio Lampert-, la compañía de logística del brasileño que cedió en agosto el control a la firma de inversión en energía de EEUU EIG Global Energy Partners, bajo un acuerdo de 1.300 millones de reales. 

OGX y la venta de acciones


En julio comenzaron las investigaciones a OGX Petroleo & Gas Participacoes después de que un inversionista minoritario interpuso una querella por supuesta información privilegiada. La CVM abrió el proceso después de una petición del inversionista Rafael Ferri en la que se cuestiona la venta de 126,7 millones de acciones de OGX de Batista entre mayo y junio, antes de que la compañía abandonara proyectos y advirtiera que podría dejar de extraer petróleo en 2014, dijo Ferri a Bloomberg. Batista vendió 56,2 millones de acciones de OGX en junio y 70,5 millones de acciones a fines de mayo.

Otro cuestionamiento que le hizo en julio el regulador a OGX es por qué se comprometió a pagar 
US$ 449 millones en efectivo en compensación al constructor naval OSX para que detuviera la construcción de varias plataformas petroleras que iban a ser utilizadas para proyectos que se cancelaron, según un documento de valores. Ambas empresas son controladas por Batista.

En septiembre se inició otro proceso en el que se investiga si Batista y otros cinco ejecutivos de la empresa petrolera OGX han violado varios artículos de la legislación corporativa de Brasil. Aunque CVM no ha especificado la causa, se presume que son investigados por cambiar sus acciones de propiedad de una manera ilegal. La investigación a la empresa OGX involucra al CEO, Luiz Carneiro; al director de finanzas Roberto Monteiro; los directores Jose Roberto Cavalcanti, Paulo de Tarso Guimaraes y Reinaldo Jose Belotti Vargas; y el miembro del consejo Aziz Ben Ammar. 

En agosto, 60 accionistas de OGX dijeron a FT que planean demandar a Batista y los directores independientes de la compañía. Los acusan de uso de información privilegiada después de vender 56 millones de sus acciones de OGX semanas antes que la compañía anunciara que iba a suspender el desarrollo de sus tres petroleras. Esta demanda es independiente del caso investigado por CVM pero se refiere a la misma venta de acciones de OGX.

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