Joaquín Vial y altos precios inmobiliarios: "Si esta situación se prolonga, vamos a actuar con otras medidas"
El consejero del instituto emisor señala que
directores de bancos, inmobiliarias y constructoras tienen "que ser muy
exigentes con sus gerencias sobre sus políticas de riesgo". En lo macro,
refuta los temores de sobrecalentamiento.
por Olga Bustamante Fuentes
El Banco Central (BC) ha estado en el ojo de la noticia tras venir
advirtiendo desde junio sobre la fuerte alza de los precios
inmobiliarios y de cómo esa situación no es replicable a mediano plazo.
Esta semana, con la entrega de su Informe de Política Monetaria (IPoM),
pero sobre todo del Informe de Estabilidad Financiera (IEF), donde se
incluye un mayor análisis al respecto, el tema volvió a acaparar los
titulares.
Joaquín Vial, el más reciente consejero que se
incorporó al instituto emisor en febrero de este año, ahonda en las
razones del BC para actuar en la materia y explica que lo que han
buscado es “dar una alerta temprana para evitar que se requiera de algún
tipo de acción” por parte de la autoridad. No obstante, es claro en
señalar que si no hay una moderación de los actores involucrados en el
sector, ya se estudian eventuales medidas al alero del Consejo de
Estabilidad Financiera.
¿Hay un boom inmobiliario o es el riesgo de una burbuja? ¿Son lo mismo o uno antecede al otro?
Esas
son definiciones muy arbitrarias. Según nuestras series en torno a 2010
hay un quiebre de tendencia y los precios de viviendas se comienzan a
acelerar bastante. Tras lo ocurrido en 2007 y 2008 en EE.UU. y luego en
Europa, las antenas se han puesto más sensibles frente a los temas
inmobiliarios. Se ve que hay un riesgo potencial de situaciones que
pueden generar efectos en cadena. Y en el actual IEF se observa que,
junto con los aumentos reportados en junio, ahora hay más comunas
involucradas, acompañadas de un crecimiento fuerte del empleo y de la
actividad asociada a la construcción.
Hoy día, entonces, la alerta es mayor que en junio…
Lo
que sucede es que del otro lado están los elementos mitigadores y que
son importantes. No vemos un crecimiento exorbitante en el crédito
inmobiliario, el crédito para vivienda está aumentando algo menos que
10% anual -menos que el de consumo- y tampoco se aprecia el fenómeno que
se dio en EE.UU. de que las casas se valorizan, ante lo cual la gente
toma una segunda hipoteca para comprarse un auto, irse de vacaciones. Y
en el crecimiento de precios, hay que considerar que la oferta en el
caso de la vivienda es relativamente lenta en reaccionar. Además, dado
el incremento del empleo y del ingreso, la gente se siente con más
tranquilidad para comprar una casa. Todo eso influye y pone una presión
sobre un sector que está limitado por la disponibilidad de terreno.
Pero, en definitiva, ¿es más urgente hoy que hace seis meses que este mercado se modere?
No
es que sea más urgente, pero nos preocupa que la moderación no ocurra y
se postergue. Nosotros estamos haciendo una advertencia bien clara y
concreta: mucho cuidado con pensar que los precios de las viviendas van a
seguir subiendo indefinidamente, porque eso es poco probable, y
endeudarse pensando que uno está más rico, cuando a lo mejor el valor de
esa vivienda puede que no se sostenga, o hacer grandes proyectos
inmobiliarios con mucha deuda tiene riesgos. Ahora, esto es una alerta
temprana para evitar que pase a mayores y requiera de algún tipo de
medida. Si viéramos que esta situación inmobiliaria se prolonga, vamos a
actuar con otras medidas. Lo que hemos hecho es una advertencia, la
primera de las medidas, por así decirlo.
En la construcción, sin embargo, se argumenta que el alza tiene justificación en factores reales y de fondo.
Lo
que pasa es muy claro: un desarrollador de proyectos inmobiliarios está
viendo que está llegando más gente a comprar. Y esa gente tiene mejores
ingresos, siente su trabajo más seguro. Pero ¿qué pasa si mañana se cae
el precio del cobre, cambia el dólar, baja el poder adquisitivo, el
tipo de cambio real aumenta? ¿Van a estar todos en condiciones de pagar
estos créditos que están tomando hoy con la expectativa de que sus
ingresos van a seguir subiendo? El problema es que, por ejemplo, si se
modifica el plan regulador, o si hay un cambio en las condiciones macro,
esos mismos fundamentales van a cambiar.
¿Darán a conocer las nuevas comunas donde han detectado alzas importantes de precios?
No
queremos entrar en la discusión del detalle, sino tener claro que hay
una tendencia. La tendencia era que los precios estaban subiendo
bastante más de lo que lo venían haciendo antes y ese fenómeno hoy día
es más amplio que hace seis meses. En nuestro primer reporte había
comunas fuera de Santiago en esa situación, y ahora hay más comunas
fuera de Santiago.
POSIBLES ACCIONES
¿Cuando ustedes hacen esta advertencia, ¿a quién abarca el llamado a autorregularse?
A
todos. El inmobiliario que va a hacer un proyecto sobre la base de
ciertos supuestos de precios y ventas. El banco, que va a tener que
considerar que la garantía que le está dando el inmobiliario para
desarrollar el proyecto son terrenos que están con un precio muy alto y
que si las cosas se ponen malas es probable que esos terrenos no se
puedan vender o sus precios sean más bajos. Al banco y a las personas
que deben asegurarse de tener ingresos para pagar el préstamo, y que la
relación entre la garantía y el préstamo sea algo razonable.
¿Les están pidiendo cautela y responsabilidad a los bancos e inmobiliarias?
Sí,
y ahí hay un tema bien importante. Los reguladores están crecientemente
pasándose a mecanismos de supervisión basados en riesgo. Esto, desde el
punto de vista de los directores de bancos, inmobiliarias y
constructoras, les traspasa una responsabilidad. Ellos no pueden decir
hoy que no sabían que había un problema. Ya han sido informados por las
comunicaciones del BC que hay un factor de riesgo, por lo que estos
directores tienen que ser muy exigentes con sus gerencias sobre cuáles
son sus políticas de riesgo, si están siendo suficientemente cuidadosos.
¿Y en el caso de los compradores?
Básicamente,
ser prudentes. La persona tiene que tomar la decisión en función de
cómo ve su trabajo, qué tan seguros son sus ingresos. A lo mejor en los
últimos años, que han sido muy buenos, parte importante de sus ingresos
han sido bonos, pero eso puede cambiar. Además, hoy es bastante fácil
encontrar trabajo y las cosas se pueden poner un poquito más malas.
Históricamente, se pensaba que un dividendo debía ser del orden de un
25% del ingreso, si la persona, además, tiene otras deudas, tiene que
tomar eso en cuenta.
¿Este fenómeno se ha dado en conjunto con alguna política más laxa del sistema financiero?
La
relación entre el valor del préstamo y el valor de la garantía ha
aumentado. Si antes se prestaba más o menos en promedio 70% del valor de
la garantía, hoy día se presta algo más del 80% u 85%. Es muy difícil
tener un juicio definitivo de si son más laxos o no, porque es probable
que en muchos de estos casos se justifique, pero nos preocupa esa
tendencia. Lo que quisiéramos ver es justamente que los bancos fueran
más conservadores.
Pero el presidente de la Asociación
de Bancos ya anunció que buscan elevar ciertas exigencias para clientes
hipotecarios e inmobiliarias…
Como primer paso me parece
muy positivo, es el tipo de acciones que hay que emprender. Ahora, el
señor Awad es un dirigente gremial. Hay que ver cómo se traduce esta
petición en las acciones concretas de los bancos. No son los gerentes de
riesgos. Hay que ver cómo se manifiesta esto en los datos.
Si la autorregulación no funciona, ¿qué tipo de medidas se van a tomar?
En
el Comité de Estabilidad Financiera, donde estamos todas las
autoridades, se está analizando esta situación y en ese marco se van a
tomar decisiones cuando corresponda, en una acción coordinada. Hay
medidas que son atribuciones del Banco Central, otras de la
Superintendencia de Bancos. La idea es no duplicarse, pero tampoco dejar
espacios.
¿Cuáles pueden ser esas medidas?
Distintas
medidas. Desde medidas macro, como un alza en la tasa de interés, o más
específicas, asociadas a la banca. Estamos mirando la experiencia
internacional en la materia y evaluando un menú de opciones.
¿Son algo inminente?
Es algo que se está evaluando constantemente.
Una medida directa es que la autoridad aumente las reservas que se exigen a los bancos para los créditos hipotecarios.
Efectivamente,
la Superintendencia de Bancos tiene esas atribuciones. Se le puede
poner límite a la relación de préstamos a garantía. Pero hay que
evaluarlo y mirarlo en el conjunto, porque ninguna de estas medidas está
exenta de costos. Crean dificultades para el sistema financiero, hay
mucha gente que justificadamente quiere acceder a un préstamo y puede
que no sea un deudor riesgoso.
¿Y qué puede hacer el BC desde su ámbito?
Hay cosas de carácter general, como los requerimientos de encaje para los depósitos, para restringir el crédito en su conjunto.
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