Es precisamente esa operación la que le permitirá a D&S -si finalmente cierra la compra de la distribuidora-, sondear de cerca al mercado peruano, país al que la supermercadista quiso llegar antes de embarcarse en su fallida fusión con Falabella.
El control de la filial de Alvi en Perú, por parte de Walmart, podría convertirse en un proceso de ensayo-error en ese mercado y en un primer acercamiento de la norteamericana al país vecino.
Los planes de Alvi -liderados hasta ahora por la familia Villablanca-, en Perú contemplan expandir la presencia de Mayorsa -la adquirió en 2007 y hoy están cercanos a las decena de tiendas-, y abrir sucursales fuera de Lima, llegando a localidades en desarrollo como Trujillo.
Por su parte, Walmart ha analizado largamente la viabilidad de su ingreso a Perú.
En efecto, el año pasado, en el marco del III Foro de Competitividad de las Américas (FCA) que se realizó en Santiago, la ministra de la Producción de Perú, Mercedes Aráoz, se reunió con ejecutivos de la cadena internacional, con el fin de motivar su ingreso al mercado peruano.
"Durante la reunión, el Ministerio de la Producción expuso las ventajas que ofrece el mercado nacional si Walt-Mart decidiera invertir en Perú. Seguiremos animando a esta importante cadena de supermercados a que escoja expandir su negocio en el país", comentó en esa ocasión la ministra de Producción Araóz.
DiarioFinanciero.com
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