Y es que si bien la clave bancaria secreta corresponde a un mecanismo de firma electrónica cuya autentificación radica en los emisores de las tarjetas, "el uso indebido de ellas se origina en violaciones surgidas en el lado del cliente", dijo. Así, añadió, "el tarjeta habiente es responsable por las transacciones efectuadas hasta el momento en que da el aviso y se bloquea la tarjeta".
En el sistema anterior, la responsabilidad por el buen uso de las tarjetas de crédito estaba en manos de los establecimientos de comercio a través de dos exigencias eventualmente fáciles de vulnerar: por un lado la identificación del usuario mediante cédula de identidad o pasaporte (que en general no era usada y podía ser vulnerada con documentos falsos); y la firma del comprobante de la transacción por parte del usuario, que podía alterarse sin posibilidad de ser verificada por la empresa. Dos situaciones a las que Pin Pass da solución.
Seguridad probada
Budnevich delineó el rol de los usuarios de Pin Pass en el nuevo sistema, al explicar a los parlamentarios el impacto que podría tener para éstos el cambio de metodología de autentificación de compra vía tarjetas de crédito, especialmente en términos de seguridad.
En relación con esto último, enfatizó en que la nueva modalidad de Pin Pass se encuentra ampliamente probada, tanto en el plano internacional como en el nacional, ya que no es distinto al usado en los cajeros automáticos y en el sistema de débito de Redcompra, que sólo presenta reclamos en un caso de cada 50 mil transacciones.
Fiscalización
Según planteó, la violación de seguridad parece ser más difícil con la aplicación del Pin Pass, ello sin considerar incluso medidas anexas como el establecimiento de fondos de fraude y de seguros. En todo caso, agregó que la Sbif velará por el buen funcionamiento del sistema y en caso de detectarse deficiencias, acotó que se adoptarán las medidas correctivas necesarias para perfeccionarlo.
DiarioFinanciero.com
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