El futuro presidente de Chile, el derechista Sebastián Piñera, recibirá un país "en estado de catástrofe" a causa del devastador terremoto del pasado 27 de febrero aunque, aún así, las expectativas de crecimiento para este año permanecen prácticamente inalteradas.
Aunque todavía se desconoce la cuantía de los daños materiales, la reconstrucción de las zonas destruidas durará los cuatro años de la Presidencia de Sebastián Piñera y condicionará su política económica.
Los expertos calculan que el crecimiento económico en 2010 podría alcanzar el 5 por ciento, casi medio punto menos de lo previsto por el gobierno de Michelle Bachelet antes del desastre causado por el fuerte terremoto, de 8,8 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, y el posterior tsunami (olas gigantes) en las regiones del Maule y Bío Bío.
Lo sucedido no tiene por qué frenar la capacidad de este país, de 17 millones de habitantes, de salir airoso de la crisis económica del pasado, señaló la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
"Este es un país que ha sabido salir adelante de muchos otros desastres naturales", explicó a EFE la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
Además de las pérdidas humanas (497 muertos, según el balance provisional) y los dos millones de damnificados, el temblor ocasionó graves daños a la infraestructura y a los sectores productivos de las regiones afectadas.
Sin embargo, pese a ello, los expertos mantienen prácticamente sin variación sus pronósticos de reactivación para la economía chilena en 2010 y han revisado ligeramente a la baja su estimación de crecimiento desde el 5,4 por ciento al 5 por ciento.
La reconstrucción, no obstante, se demorará al menos cuatro años, reconoce la presidenta saliente, Michelle Bachelet, mientras que su sucesor, Sebastián Piñera, asegura que su gobierno "no será el del terremoto, sino el de la reconstrucción".
La magnitud de las pérdidas económicas ocasionadas por el movimiento telúrico que asoló las ciudades de Talca, Concepción y Talcahuano, y el tsunami que inundó las poblaciones costeras, hace imposible por el momento cuantificar los daños materiales.
Aunque consultoras estadounidenses especializadas en estimaciones de riesgo cifran que los daños ocasionados por el sismo podrían ascender a 30.000 millones de dólares,- el 15 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) del país-, las autoridades chilenas y los organismos internacionales prefieren disponer de informes más rigurosos.
Entre quienes opinan que la economía chilena podrá encajar este golpe se encuentra el presidente del Banco Central, José de Gregorio, quien sostiene que el daño ocasionado a sectores como la pesca, la agricultura y la industria forestal no alterarán la previsión de crecimiento de entre un 4,5 y un 5,5 por ciento.
En el breve plazo, los pronósticos apuntan a que el indicador de actividad económica caería en este marzo, tras mostrar números azules ininterrumpidamente desde noviembre pasado tras doce meses de contracción debido a la crisis financiera.
Los expertos calculan que el dólar se mantendrá entre los 510 y los 530 pesos, en tanto que las consecuencias del terremoto sobre la inflación sería de hasta 0,8 puntos porcentuales.
Por su parte, Piñera es consciente de que la reconstrucción requerirá una aportación adicional de recursos y por eso, ayer, lunes, dijo que enviará al Congreso un proyecto para modificar la Ley de Presupuestos para este año.
Además, el mandatario electo ya ha anunciado una ley de emergencia, otra ley de reconstrucción y una tercera ley de donaciones a fin de hacer frente a las tareas de reconstrucción.
Los expertos calculan que será necesario un incremento del gasto público fuera del presupuesto de unos 5.000 millones de dólares.
Paradójicamente, la destrucción de viviendas, carreteras, terminales aéreas y puertos, podría generar un fuerte impulso en el sector de la construcción, que es el que moviliza la mayor cantidad de trabajadores en Chile.
"Esta situación, sin duda hará bajar la cifra de desempleo y que la capacidad de consumo de los chilenos nuevamente se vea fortalecida en 2011", señaló a EFE Rafael Cumsille, presidente de la Cámara de Comercio Detallista y Turismo.
El propio secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, aseguró durante su visita a Chile, la semana pasada, que la capacidad tecnológica y financiera, y el liderazgo político del gobierno, harán posible que Chile salga adelante y se mantenga como el país emergente de América Latina.
Para reconstruir la infraestructura dañada y poner en marcha los sectores productivos afectados, Chile no descarta pedir financiación a organismos multilaterales, apuntó el ministro de Hacienda, Andrés Velasco.
No obstante, aunque a corto plazo Chile cuenta con recursos fiscales para afrontar la reconstrucción, si Piñera necesitase ayuda económica adicional para acelerar esta proceso, su futuro gobierno no tendría problema alguno para acceder a los mercados financieros internacionales.
Eso sí, "el nuevo gobierno tendrá que resolver cuáles son las prioridades, porque no se puede hacer todo de inmediato", aclaró el titular del Banco Central De Gregorio.
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