Anoche estaban reunidos los equipos negociadores encabezados por Nicolás Ibáñez y Hans Eben por D&S, y Alfredo Moreno y Juan Cuneo por Falabella.
La primera señal la dieron las acciones. Desde el mediodía comenzaron los rumores en el mercado sobre una posible fusión entre Falabella y D&S.
Los papeles comenzaron a escalar hasta cerca del 9% en el caso de la cadena de supermercados y de 7% en el de Falabella. Entre los analistas la expectación era máxima, apostando que en el transcurso del día ingresaría a la Superintendencia de Valores y Seguros el hecho esencial que anunciaría la mega operación. Sin embargo, el anuncio no llegó, pero con el correr de las horas, y ya entrada la noche, apareció otra señal: que en las oficinas de Alfredo Moreno estarían reunidos los representantes de ambas compañías para dar cuerpo a la operación. De hecho, se vio ingresar a dichas dependencias a Nicolás Ibáñez.
Según los comentarios a nivel de corredores de bolsa y analistas de mercado, las familias Solari, Cuneo y del Río, junto con la familia Ibáñez, estarían a punto de sellar un acuerdo para aunar fuerzas, principalmente en el negocio supermercadista.
La fórmula que se baraja sería similar a la que utilizó la cadena de retail en 2003, cuando absorbió a la distribuidora de materiales para la construcción y artículos de mejoramiento para el hogar, Sodimac, operación en la cual la familia Del Río vendió el control de los Homecenter a cambio de un porcentaje de acciones en Falabella y sillones en el directorio de la nueva entidad fusionada.
De hecho, fuentes cercanas al grupo indicaron que en ese plano se ha estado trabajando desde hace meses y que la piedra de tope ni siquiera sería el precio, el cual estaría medio acordado, sino que el punto determinante para que todo culmine con éxito sería el rol que tendría la familia Ibáñez en la nueva empresa fusionada.
Fuentes cercanas a las conversaciones indicaron que este negocio estaría a cargo del banco de inversión JP Morgan Chase Bank. Por parte de D&S, las tratativas estarían a cargo de la misma familia Ibáñez, en conjunto con el vicepresidente de la firma, Hans Eben, mientras que en el caso de Falabella, el holding estaría representado por el vicepresidente ejecutivo Juan Cuneo, en compañía del director de la multitienda, Alfredo Moreno.
El rol de Ibáñez
De concretarse una alianza, no sería fácil. Fuentes de la industria indicaron que la piedra de tope en las negociaciones entre ambas firmas, pasa por el status que tendrían representantes de la familia Ibáñez dentro de la nueva empresa fusionada.
Indicaron que las pretensiones de Nicolás Ibáñez en este negocio pasaría por ocupar el cargo que actualmente es desempeñado por Francisco Leyton, quien vendió San Francisco a Falabella, asumiendo la vicepresidencia ejecutiva de la división de supermercados del grupo y ostentando el 12% de esta división. Así, este empresario quedó a la cabeza de los desarrollos en el segmento de formatos de supermercados con la marca San Francisco y de los hipermercados Tottus, liderando un plan de expansión que contempla la apertura de locales en Chile y Perú, con el objeto de alcanzar una cuota de mercado de 10% enterado el año 2010.
Nada aún en el TDLC
Pese a la resonancia de los rumores en la bolsa, en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, TDLC, informaron que no ha llegado consulta alguna por la fusión, ni de parte de D&S, ni de Falabella, y explicaron que como ambos negocios corresponden a áreas distintas, éstas no debieran informar sobre negociaciones, pero de no hacerlo, se arriesgan a que la Fiscalía Nacional Económica (FNE), presente requerimientos y objete la fusión entre ambos operadores. De hecho el fiscal económico dijo hace unas semanas que miraba con atención lo que podría ocurrir en el mercado del retail en Chile.
Uno de los negocios que inmediatamente podría haber resentido el efecto de estas conversaciones fue la posible alianza entre Presto y BBVA, que finalmente no prosperaron.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario