"El Código Laboral chileno es de la Guerra Fría, está basado en evitar la lucha de clases y que la gente negocie lo menos posible, que ojalá nunca tengan que hablar los trabajadores y los empresarios y que no haya ningún sindicato", señala el economista del comando de Bachelet.
El economista Oscar Landerretche (PS) es una de las cartas que se mencionan para ocupar algún cargo en el eventual gobierno de Michelle Bachelet o en el Consejo del Banco Central como reemplazo del también socialista Manuel Marfán.
El, miembro del equipo económico de la candidata de la Nueva Mayoría, no está particularmente inquieto por esos puestos, al tiempo que pone paños fríos a la desaceleración de la economía y al impacto de las reformas tributaria y laboral de Bachelet.
-¿Cuán preocupante es el cuadro económico que dibujó el Banco Central en su último informe?
-Me ha sorprendido la sorpresa que ha generado el IPoM. La polémica es por las discrepancias con Hacienda, pero este informe está bastante alineado con las proyecciones de los analistas y trae buenas noticias, por ejemplo, en el déficit en cuenta corriente.
El pronóstico no es dramático. El Banco Central dijo que este año y el próximo vamos a terminar con un crecimiento de 4,2%. Podrá ser lento el crecimiento, pero no es una desaceleración.
-Es el piso de 3,75% el que generó inquietud.
-Ellos tienen que entregar un rango probabilístico, pero el punto central es 4,25%.
-¿Y el Imacec de 2,8% de octubre no complica las estimaciones?
-El Imacec es mucho más volátil que el PIB y no hay que alarmarse con esta cifra. No hay evidencia para decir que el Banco Central es optimista, para nada. Obviamente nos gustaría crecer más cerca de 5% que de 4%, pero tampoco no nos vengamos abajo por una cifra que es bastante cercana al crecimiento estructural de Chile.
-¿Hay que preocuparse el próximo año por el empleo?
-Una tasa de crecimiento más cerca de 4% que del 5% va a significar un menor dinamismo en el mercado laboral, pero no creo que haya una caída dramática. Sí hay que tener ojo con la construcción por el lado financiero, porque las tragedias de las economías capitalistas modernas han sido las burbujas inmobiliarias.
"La gestión fiscal de este gobierno ha sido bastante pro cíclica"
-¿La expansión del gasto fiscal en el Presupuesto 2014 es la adecuada?
-Es bastante conservadora y restrictiva. La gestión fiscal de este gobierno ha sido bastante pro cíclica, se ha acelerado el gasto cuando la economía se acelera y desacelerado cuando la economía se desacelera. Es justo lo contrario de lo que se tenía que hacer. Debieron haber gastado menos antes y deberían haber gasto más ahora.
La expansión del Presupuesto contra Presupuesto es de 2,1%, que es la mitad del crecimiento de la economía.
Hay que devolver la política fiscal chilena a un ritmo más anti cíclico que ayude más al Banco Central y evite la posibilidad de que haya burbujas.
-¿Les complica con los recursos que buscaban para el próximo año?
-Si se hace una distinción entre los fondos de libre disposición y las facultades de reasignación, las holguras que puede usar el próximo gobierno son muy reducidas, del orden de US$300 millones. Además, Hacienda está sobrestimando sus ingresos en unos US$500 millones.
-¿Cómo van a financiar las 50 medidas de los 100 primeros días?
-No es tan grave desde el punto de vista del manejo fiscal porque hay que recordar que el gasto fiscal en Chile se maneja de acuerdo a parámetros estructurales. Lo que ocurra en un año puntual en teoría no debería afectar el gasto. Pero sí significa que el primer año hay un conjunto de promesas electorales, de medidas, que cuestan plata, que son estructurales y que no van a estar en términos estructurales. Eso significa que hay que hacer una reforma tributaria, así de simple.
-¿Pero estas medidas se van a poder hacer igual en el primer año?
-Lógico, porque lo que importa es que esto se haga en forma estructural. Me explicó: supongamos que el día 1, nunca es el día 1, se implementa un gasto estructural de 100 y no se tiene esa plata porque se va a conseguir con una reforma tributaria. Lo que importa desde el punto de vista de la responsabilidad fiscal es que se haga la reforma tributaria y que hagas calzar estructuralmente ingresos estructurales con gastos estructurales. En la transición hacia eso, obviamente, vas a tener déficit.
El Presupuesto que está dejando la administración actual con toda seguridad generará déficit fiscales mayores a los presupuestados gobierne quien gobierne. Si uno mira el programa de la candidata Matthei gasta más todavía.
Efectivamente es probable que debamos tener una transición y que estas medidas se tendrán que financiar o con deuda o con uso de fondos soberanos. Pero a futuro eso se tiene que hacer calzar.
"Hoy no existe la posibilidad de no hacer una reforma tributaria"
-¿Desde la Alianza han criticado que se haya dado a conocer la reforma tributaria y no el detalle de lo que se quería financiar?
-Es transparente y responsable decir que mucho de las grandes reformas estructurales que está planteando Michelle Bachelet, si bien son objetivos nacionales, incluyen grados de incertidumbre que vamos a tener que enfrentar todos como país, en términos de cómo implementar las cosas, que en algunos casos haya que adelantar gastos y en otros, quizás retrasarlos.
-¿Es prudente hacer una reforma tributaria con una economía creciendo bajo el 4%?
-El ciclo económico no es lo único que importa para hacer una reforma. Si se pudiera escoger en abstracto se escogería un momento de mayor crecimiento, pero las políticas no se hacen en abstracto. Hoy no existe la posibilidad de no hacer una reforma tributaria porque el pueblo chileno quiere que se haga una reforma a la educación, que es urgente y cuesta plata.
-¿Y sacrificar empleo e inversión?
-Siempre habrá un riesgo al subir la carga tributaria, pero lo que es crítico es el tipo de acuerdo al que llegas respecto de en qué se van a usar esos fondos. En los últimos dos, tres años, hemos visto al sector empresarial desesperado por la ausencia de capital humano. Hay que hacer el cruce entre los dos temas y reconocer que hay que subir los impuestos para financiar un esfuerzo en educación técnica que nos conduzca a solucionar ese problema.
La reforma tributaria para financiar la educación es un buen negocio para los empresarios chilenos, pero hay algunos que no se han dado cuenta de lo crítico que es hacer esta inversión. Siempre que se hace una inversión, tanto en el sector privado como en el público, hay gente a favor y gente en contra. Pero tengo la impresión de que en Chile hay más gente a favor de esta inversión.
-¿Cuál es su opinión del FUT?
-La eliminación del FUT es efectivamente un cambio de paradigma dentro del sistema tributario, pero es un instrumento que ha dejado de cumplir la función que tenía y hoy se está usando demasiado para hacer elusión. No se puede seguir manteniendo.
-¿No es complejo también discutir el próximo año una reforma laboral?
-Cualquier persona que mire el Código Laboral chileno con objetividad tendrá que reconocer que es antidiluviano, que es de la Guerra Fría y que está basado en evitar la lucha de clases y, por lo tanto, que la gente negocie lo menos posible. Ojala que nunca tengan que hablar los trabajadores y los empresarios y que no haya ningún sindicato. Pero en el mundo moderno las empresas tienen realidades muy diferentes dependiendo de sus objetivos estratégicos y tienen que negociar todo el tiempo.
-¿Y el remplazo por huelga y titularidad no afecta el empleo?
-¡Pero porqué va a ser tan especial Chile respecto de los demás países de la OCDE! Son raras estas teorías de que no podemos vivir sin el FUT y sin un Código Laboral antisindical. ¿De eso depende el desarrollo chileno? De que tengamos dos instituciones exóticas que en la cuna del neoliberalismo, en Inglaterra, encontrarían inaceptable, por favor. Le tengo más fe al empresariado, creo que ellos tienen las capacidades de innovar y generar productividad de múltiples maneras y no se necesitan dopping.
¿Al Consejo del Banco Central? "No lo he conversado con nadie"
-¿Qué perfil debería tener el próximo consejero del Banco Central?
-Ser experto en macroeconomía y en finanzas. El gran peligro que tiene que enfrentar el Banco Central es la estabilidad financiera y es por eso que ha ido desarrollando instrumentos, informes, gerencias que se hacen cargo de esa tarea. Creo que ese es el perfil que se debe buscar.
-¿Los equilibrios son importantes, le corresponde a un PS?
-Son importantes pero no hay que ser tan rígidos. Alguien del mundo nuestro está bien.
-Algunos parlamentarios lo han nombrado como opción, ¿le interesa?
-No lo he conversado con nadie. Estoy metido aquí en la Universidad de Chile y tendría que convencerme de dejar este trabajo que me apasiona.
-¿Y ser parte de un eventual gobierno?
-Soy militante del PS donde hay una tradición harto más militante que en otros. En el partido saben que soy una persona que está al servicio de los proyectos históricos, pero también tengo que evaluar qué es lo que se quiere que uno haga. Repito: estoy en la Universidad de Chile conduciendo un proyecto de reforma curricular, que es muy importante porque de esta escuela salen los líderes de este país.
Tendría que convencerme de que es realmente necesario y que nadie más lo pueda hacer. Y sinceramente creo que no hay nadie imprescindible.
por: Erick Rojas
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