2012/06/24

La crisis Europea se sentirá con más fuerza en Chile, entre fines de año y comienzos de 2013

Expertos coinciden en que la economía se desacelerará en el segundo semestre y dicen que los efectos podrían prolongarse a 2013. Sin embargo, Morgan Stanley destaca la gran resiliencia de la economía chilena frente a la crisis.

por Julio Nahuelhual/ Carla Alonso
Si durante el primer semestre de 2012 la economía chilena estuvo marcada por una fuerte resiliencia frente a los vaivenes de los mercados globales, la segunda mitad del año se caracterizará por la desaceleración de la actividad. Luego de que esta semana el Banco Central confirmara en su Ipom un escenario “más frío” para el segundo semestre, un grupo de expertos anticipa que los efectos de la crisis europea en la economía chilena se sentirán con mayor fuerza entre fines de este año y el primer trimestre de 2013, en el marco de un menor dinamismo mundial y sin un colapso en el Viejo Continente.

Un promedio de 16 economistas y bancos de inversión, consultados por Consensus Forecasts, estimó que la economía chilena crecerá sólo 3,9% durante el último trimestre de 2012 y 3,6% en los primeros tres meses de 2013, acompañada de un leve deterioro en las expectativas de expansión de la producción industrial (ver infografía). “Dado que es una economía muy abierta, esperamos que Chile siga con una gradual desaceleración en el transcurso de 2012”, asegura el banco de inversión Morgan Stanley en un reciente informe sobre Chile, donde destaca al país como un ejemplo de resiliencia frente a turbulencias y de fuerte apertura comercial ante países de la región que han optado por el proteccionismo.

Con todo, los economistas matizan y dicen que mientras los precios del cobre se mantengan sobre los US$ 3 la libra, la inflación esté bajo control y el sistema bancario local siga “aislado” del contagio financiero externo, la economía chilena resistirá de buena manera la crisis externa. “Si el precio del cobre no cae de los US$ 3 la libra, vamos a pasar por esta crisis perfectamente bien. Chile tiene una fortaleza muy potente en el aislamiento que tienen los bancos sobre el sistema financiero internacional (...). Estamos hablando de un mundo en recesión. Cualquier escenario en que Chile no tenga un crecimiento negativo es que la crisis le pasó por el lado”, asegura el director ejecutivo de IM Trust, Guillermo Tagle.

El economista Patricio Rojas estima que el crecimiento de la economía en la segunda parte del año estará más cerca de 4,2% o 4,3% que de 5% a 5,2% con que promediará la primera mitad del año. “En particular, el trimestre más bajo en crecimiento será el cuarto, donde se estima que la economía chilena crecería en torno a 4% o algo por debajo, afectada por la mayor base de comparación y el menor dinamismo global”, afirma Rojas, quien cree que los sectores ligados a la demanda interna y la minería serán los que empujarán el carro de la actividad.

Mientras en materia de inflación espera que el año termine con un aumento de los precios de entre 2,6% y 2,8%, estima que las tasas de interés seguirán en 5%, pero no descarta que el BC se vea obligado a bajarlas si hay una crisis externa mayor. “La economía global estará menos dinámica en 2013. Además, nuestra economía se irá desacelerando, por lo que entrará al próximo año con menos dinamismo que el esperado hace algún tiempo. Así, podemos estimar que el próximo año la economía chilena crecerá más cerca de 4% que de 4,7% estimado para el presente año”, concluye Rojas.

Más pesimista, el gerente de Estudios de Gemines, Alejandro Fernández, cree que la mayoría de los indicadores clave tenderán a crecer menos en el segundo semestre. “La inversión es lo que se va a frenar más, especialmente en maquinaria y equipos, pero algo también en construcción. Cuánto se desacelere el consumo dependerá del deterioro en el mercado del trabajo”, asegura el economista, quien estima que el BC mantendrá la tasa de interés hasta agosto o septiembre, para después bajarla un par de veces (50 puntos base). “Pero si el escenario externo se descompone mucho, puede ser bastante más, manteniéndose un sesgo a la baja para 2013”, agrega.

“No tengo dudas de que la crisis europea seguirá complicándose, a lo que se agregará mucho ruido de EEUU en el último trimestre y parte de 2013. El impacto mayor de un agravamiento del panorama europeo y de EEUU se notará en 2013 más que este año. Un peor fin de año afuera llevará el crecimiento en Chile más cerca del 4% y uno no tan malo, más cerca del 4,5%. Pero el rango de posibilidades es mucho mayor para 2013, en que el techo, probablemente, no pasa del 4% y el piso podría estar tan bajo como 1%”, sentencia el economista de Gemines.
El director de Econsult RS Capital Gonzalo Sanhueza coincide en que la economía chilena tendrá una desaceleración en el segundo semestre, aunque cree que el trimestre “más frío” será el tercero. “Los canales de transmisión son la reducción de los precios y volúmenes de exportación, la reducción de la riqueza, producto de la caída en los precios de los activos financieros, y un mayor costo de financiamiento externo”, cree.

El economista estima que en la segunda parte del año la economía se expandirá 4,2%, empujada por la inversión minera, mientras el consumo lo hará en torno a 5% anual. “La inversión seguirá alta en la medida que el cobre se mantenga sobre US$ 3 la libra. Eso garantiza un crecimiento de la inversión sobre 6%. La inflación tendrá una tendencia descendente de 3% a 2,5%, producto de la caída de los combustibles y menores presiones de demanda agregada. Pero la falta de capacidad ociosa supone un riesgo inflacionario en caso de que el escenario externo no se siga desacelerando. En este contexto, el peso chileno se apreciará respecto al dólar, considerando que los términos de intercambio siguen siendo favorables para Chile”, subraya.

La economista de Zahler & Co. Claudia Martínez asegura que los datos apuntan a que junto a la zona euro, las economías de China y EEUU presentarán una desaceleración de su crecimiento en los próximos meses, lo que impactaría en Chile con un menor dinamismo, especialmente el cuarto trimestre. Bajo este escenario, proyecta una expansión del PIB de 4,8% para el año y de 4,6% para el segundo semestre. “La inflación, sobre todo si se concreta la baja en el impuesto de timbres y estampillas, terminará el año levemente sobre 2%. La evolución del dólar dependerá de lo que ocurra en la economía internacional: en nuestro escenario central de proyección lo vemos fluctuando en torno a valores levemente superiores a $ 500. A su vez, la TPM la vemos constante, en 5%, a menos que se tenga un deterioro adicional en la economía mundial, en cuyo caso se reduciría”, según Martínez.

Pero el economista de BanChile Rodrigo Aravena dice que más allá de cómo evolucione la crisis europea, hay que estar atentos a un deterioro de expectativas de consumidores y del mercado, lo que afectaría el desempeño de la economía.

Joseph Ramos, de la U. de Chile, complementa: “Si no se agrava (la crisis europea), su efecto es sólo incertidumbre, lo cual resta unas décimas de crecimiento por mayor prudencia, pero nada más. En cambio, de producirse una crisis de verdad, con quiebra importante de bancos, salida del euro de algún país-, sí repercutiría acá. La parte menor será la caída en precios de exportación; la parte mayor será el probable recorte de gasto en inversión y de consumo por parte de los chilenos. Esta prudencia individual, multiplicada por 17 millones, producirá la fuerte desaceleración en el PIB que todos temen”, concluye.
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