Se trata del mayor precio pagado en la historia por un automóvil de colección en una subasta.
Un Ferrari Testa Rossa 250 de 1957 se convirtió en el auto más caro vendido en una subasta, tras ser rematado en 7.673 millones de pesos (US$16,4 millones) en el Pebble Beach Concours d'Elegance.
Pese a que el vehículo sufrió daños en las "24 horas de Le Mans", la tradicional carrera de resistencia que se disputa una vez al año en Francia y que resultó con averías en un incendio, fue restaurado a la perfección por Dennison International, quedando tal como era en sus años de gloria.
Se trata del primer Testa Rossa que se construyó, el cual fue utilizado como un prototipo para los otros vehículos del mismo modelo que se fabricaron en años posteriores.
De acuerdo con la firma encargada de la subasta, Gooding & Company, el Ferrari fue utilizado durante ocho años en competencias, donde logró importantes premios y fue piloteado por grandes nombres del automovilismo mundial.
El vehículo de 1957 tiene un motor V-12 de 3.0 litros capaz de generar 300 caballos de fuerza, una transmisión manual de cuatro velocidades y se utilizó en diversas carreras, tanto en EE.UU. como en Europa.
El récord anterior de un auto ofrecido en una subasta lo registra otro Testa Rossa 1957, el cual fue vendido en 2009 en US$ 12,4 millones.
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