El Producto Interno Bruto (PIB) de EE.UU. creció a un ritmo anual del uno por ciento en el segundo trimestre de 2011, informó hoy el Departamento de Comercio, lo que demuestra que la economía sigue creciendo lentamente en un contexto de miedo a una posible recaída en la recién superada recesión.
En su segundo informe sobre la evolución del PIB entre abril y junio, el Departamento de Comercio revisó a la baja su primer cálculo de un crecimiento del 1,3 %.
El pobre crecimiento del 1 % entre abril y junio se debió, en parte, a la ralentización en el aumento de las exportaciones, que se incrementaron solo un 3,1 % frente al 6,0 % apuntado en el primer cálculo.
Después un crecimiento medio anual del 2,9 % en 2010, el mayor en cinco años, la ralentización ya comenzó en el primer trimestre, con un magro aumento del 0,4 %.
En cuanto al gasto de los consumidores, aumentó un 0,4 % en el segundo trimestre, frente al 0,1 % calculado inicialmente por el Departamento de Comercio.
Pese a la revisión al alza de ese indicador, que en Estados Unidos equivale a más de dos tercios del PIB, su crecimiento está muy por debajo del 2,1 % registrado entre enero y marzo, y es el peor dato trimestral desde hace más de un año.
El parco aumento en el gasto de los consumidores entre abril y junio estuvo propiciado por una caída del 5,1 % en la compra de bienes duraderos, provocada a su vez por una baja en la venta de automóviles a raíz de una escasez de suministros vinculada al terremoto del pasado marzo en Japón, según los analistas.
Aunque la economía de EE.UU. obtuvo en julio una ganancia neta de 117.000 puestos de trabajo, sigue preocupando el alto índice de desempleo (9,1 %) y la perspectiva de que se mantendrá en niveles elevados al menos hasta 2014, de acuerdo con los últimos cálculos de la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Además, según informó este jueves el Departamento de Trabajo, el promedio de nuevas solicitudes de subsidio por desempleo se incrementó en 4.000 en las últimas cuatro semanas, hasta llegar a 407.500.
Si el promedio semanal de peticiones está por debajo de 400.000, algo que no ocurre desde hace varios meses, significa que el empleo está creciendo.
Recientemente el Departamento de Comercio ajustó las cifras sobre el impacto de la recesión en EE.UU., que fue mayor que lo calculado inicialmente: entre el último trimestre de 2007 y el segundo de 2009, la mayor economía del mundo se contrajo un 5,1 %, frente al 4,1 % que se calculaba previamente.
En esa recesión, que fue la más profunda y prolongada desde la Gran Depresión de los años 30, EE.UU. perdió 8,5 millones de puestos de trabajo.
El país retornó al crecimiento hace dos años, pero todavía tiene unos 15 millones de desempleados.
El nuevo acuerdo para el recorte del gasto público alcanzado a principios de este mes entre demócratas y republicanos, que prevé eliminar gastos entre los 2,1 y los 2,4 billones de dólares en la próxima década, deja muy poco margen al Gobierno de Barack Obama para adoptar medidas de estímulo a la economía.
El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, anunció hoy en su discurso en Jackson Hole (Wyoming) que esa institución considerará nuevas medidas para estimular la economía en su reunión del mes próximo.
"Está claro que la recuperación de la crisis ha sido mucho menos sólida de lo que habíamos esperado", señaló Bernanke.
Pese a que Obama ha insistido mucho durante los últimos meses en que Estados Unidos no va a recaer en la recesión, la debilidad de los indicadores económicos, la crisis de la deuda y las turbulencias financieras a nivel global hacen temer a muchos lo contrario.
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