La cervecera holandesa Heineken prevé un “efecto negativo” en sus resultados del segundo semestre, como consecuencia de las “malas condiciones climáticas” en Europa en julio y agosto y de la caída de la confianza de los consumidores. Esos factores afectarán al volumen y al resultado, informó la empresa, después de revelar que en el primer semestre registró un beneficio neto de 605 millones de euros, 14% menos que en el mismo periodo del año anterior. El anuncio provocó el desplome de sus acciones, que llegaron a caer hasta 16% durante un momento de la jornada.
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