Su abrupta salida del holding que administra las empresas estatales, no la atribuye a un hecho puntual sino a una acumulación de roces y desencuentros de estilos, donde acusa una relación "perversa" con la Dir. de Presupuestos. "El ministro Longueira no tuvo nada que ver" enfatiza Sergio Guzmán.
por: Jorge Isla, La Segunda
"Me gusta defender lo que me parece correcto para el país y para el Presidente. Tiene que ver con mi manera de ser, me gusta meterme en las patas de los caballos, pero si éstos son muchos, al final terminas mal parado. Las patadas son fuertes, a veces logras reanimarte, pero a veces son lo suficientemente fuertes como para dejarte knock out ".
El ex presidente del Sistema de Empresas Públicas (SEP), Sergio Guzmán, saca por primera vez la voz desde su abrupta salida del holding estatal la semana pasada, cuando a pocos días de encabezar junto al ministro Pablo Longueira un concurrido seminario sobre gobiernos corporativos -uno de sus hitos en el cargo- un llamado del titular de Interior, Rodrigo Hinzpeter, puso fin a su gestión de 15 meses.
"Me tomó por sorpresa. Nadie tenía claro que ese seminario iba a ser una instancia final de mi relación con el Consejo", revela Guzmán, evidenciando que todavía está asimilando esta determinación.
En el balance, destaca su sentimiento de deber cumplido "no de todas las cosas que quisimos, pero sí de establecer una dirección distinta en los directorios y en el propio Consejo del SEP". Un convencimiento, declara, que vio reforzado "en las conversaciones que tuve después de mi renuncia, que responden a un gran ánimo general de avanzar hacia directorios de excelencia en las empresas públicas, lo que originalmente nos planteamos con el ex ministro Juan Andrés Fontaine".
-¿Qué hecho determinó su salida del SEP?
-Habría que preguntarle al Presidente de la República. Ante una petición de explicaciones, una vez Luis XIV contestó: "por razones que guardo en mi real pecho". Este tema es un privilegio de la potestad del Presidente y si en un determinado momento consideró que era preferible que no siguiera, es perfectamente válido.
-¿Es efectivo que el ministro Pablo Longueira pidió su salida?
-El ministro Longueira no tuvo nada que ver en esta salida, y su llegada a la cartera es una simple coincidencia. Aunque nos conocíamos muy poco, tenemos muchas cosas en común, tenía buenas referencias de él y yo sé que él tenía muchas referencias mías.
--Entonces, ¿cuál fue la razón?
-Simplemente tuvo que ver con mi posición que trató de armar una mirada al SEP de directorios más profesionales, en la comprensión de que son un equipo y no un conjunto de personas, por muy destacadas que sean. Y en todo este proceso se produjo un desgaste natural, en un SEP que sigue teniendo una institucionalidad muy débil, muy permeable a las presiones regionales políticas o sindicales.
-¿En qué consiste esta debilidad institucional?
-En la estructura actual del SEP no hay independencia ni autonomía, no hay patrimonio propio y tiene una relación con la Dirección de Presupuesto no sólo en lo macro, sino también en lo micro, que produce un desgaste muy grande si uno trata de hacer la pega. Es natural que se acumulen tensiones, roces, puntos de vista distintos, y las confianzas tampoco alcanzan a desarrollarse como un activo. Y el riesgo como país sigue estando presente, porque la institucionalidad es la misma.
-¿Con quién se produjo concretamente este desgaste?
-Creo que finalmente con el Presidente, ya que es un cargo de confianza.
-¿Lo perjudicó su perfil técnico y apolítico?
-Si bien voté por el Presidente Piñera y soy un entusiasta apoyador de la Coalición por el Cambio, no tengo una tradición política dentro de ésta. La dificultad es que tus códigos de comunicación con el ámbito político son más difíciles, en todo orden de cosas, y requieres tiempo y encuentros para ir afiatando una relación estable de largo plazo, que siento no se alcanzó a dar. Las tensiones que sufre un gobierno como el nuestro en los períodos que se están viviendo son muy grandes y, por lo tanto, estos vínculos de confianza básicos son mucho más propensos a romperse.
-¿Debió renunciar por presiones políticas?
-Al final todo marca y está dentro de un mismo ámbito.
-¿Pagó un costo por su falta de sintonía con intereses políticos?
-Lógico, hay un costo. Este es uno de los elementos adicionales que se juntan a una institucionalidad del SEP muy precaria y abierta. El Presidente ha sido un buen blindaje para generar buenos directorios, pero si tienes que nombrar 150 directores, es natural que haya una presión muy grande por poner personas más sensibles a los gustos de los estamentos políticos y no técnicos, como es el caso del Consejo del SEP. Si no cambia la ley mañana vamos a retroceder todo lo que habíamos avanzado respecto del manejo de las empresas públicas. Toda la institucionalidad pública debiera tener un criterio técnico, apolítico y único, y espero que el gobierno logre dejar ese legado.
Relación con la Dipres: "La estructura es perversa"
-Usted recibió cuestionamientos por el manejo de las licitaciones de los puertos, entre otros, ¿cuál fue el conflicto determinante?
-En esta estructura, los desgastes son por una acumulación reiterada. Si tienes instancias -puedo nombrar Cotrisa, el puerto de San Antonio, Casa de Moneda, la Polla- y en todas las empresas te vas a encontrar con la misma estructura: más allá de la autoridad que tenga el Consejo del SEP y la autonomía que tienen los directorios, éstos no pueden tomar decisiones con toda la libertad en lo micro si no tienen un acuerdo con la Dirección de Presupuestos.
-¿Qué conflictos tuvo con la Dipres?
-Una parte de las dificultades que tiene el SEP es justamente por la relación que existe con la Dipres y Hacienda, que al darse en los planos macro y micro significa que muchas veces se pierda el sentido de tener directorios autónomos y responsables. Es como tener en una empresa a un gerente de finanzas que tenga, en muchas ocasiones, más poder que un presidente del directorio. Por eso la importancia de la ley que, entiendo, el gobierno va a activar y que permitirá que el SEP efectivamente tenga autonomía para empoderar a sus directorios.
-¿Tuvo desencuentros con Rosanna Costa?
-No tiene que ver con ella. El desgaste hubiese sido el mismo con cualquiera persona que estuviera en Presupuesto. Lo que pasa es que la estructura es perversa y eso hace que no puedas tener directorios que sean efectivamente autónomos, diligentes y con todas las bondades de un directorio moderno.
Cruzat: "Ratifica la línea que el gobierno adoptó con mi elección"
-¿Cómo evalúa el nombramiento de Domingo Cruzat en su reemplazo?
-En su momento, como Consejo nos sentimos muy halagados de que Domingo se hiciera cargo de la presidencia de Correos, de donde creo que lo van a echar de menos. Veo su nombramiento en el SEP con mucho entusiasmo en el sentido de que muchas interpretaciones respecto de mi cambio, no fueron validadas.
-¿En qué sentido?
-La línea que el gobierno adoptó con mi elección se ratifica con Domingo Cruzat. O sea, hace ver que no existe esa interpretación que apunta a un tema de fondo, sino que tiene que ver con estilos y desgastes.
-Si el estilo al frente del SEP se mantiene y Longueira no pidió su cargo, ¿por qué debió salir?
-¿Por qué es necesario saberlo? Mi salida es un accidente menor, y aunque dentro de todo uno tiene sus propios dolores, bastante naturales, me voy contento de haber logrado un cambio de mirada en el Consejo del SEP.
Lo valioso es que el Presidente ha mantenido la línea de transformar al sector público con directores profesionales. Yo siento que he contribuido y lo que quiero es mirar para adelante.
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