Nuevo León una de las entidades más industrializadas en México es cuna de grandes empresas iconos no sólo en México sino en el plano internacional, aunque algunas de ellas también destacan por sus millonarias deudas que en algún momento las orillaron a la insolvencia, aunque eso si, sus ejecutivos no pueden perder el glamour al viajar en líneas aéreas comerciales y por ello prefieren sus propias aeronaves privadas. Entre estas compañías están Cydsa, Vitro, Cemex y Gruma-Banorte.
Por ejemplo, extraoficialmente se comenta que previo a que la siderúrgica Altos Hornos de México (AHMSA) se declarara en suspensión de pagos (en mayo de 1999 con una deuda de por lo menos 1,300 millones de dólares) sus ejecutivos para no perder el “life style” se transportaban en avión privado de Monclava, Coahuila a Monterrey, Nuevo León para un corte de cabello.
La distancia carretera entre esas dos ciudades es de 220 kilómetros (Km.), mientras que el avión tenía que volar 175 Km. Dado el glamour de esos ejecutivos, a la llegada a los respectivos aeropuertos se desplegaba un sistema de seguridad con vehículos y personal adiestrado (en México a estos empleados se les denomina ‘guaruras, aunque la palabra se ha deformado a ‘guarros’).
Otro ejemplo, el otrora gigante conglomerado químico Cydsa, que enfrentó severos problemas de liquidez que la obligaron a emprender una larga reestructura financiera que se extendió por varios años para concluir hasta 2007 y que la obligó a vender activos estratégicos. Incluso a principios de 2001 vendió hasta la casa (el edificio de oficinas corporativas y 7.4 hectáreas de terreno) a Cemex. Pese a todo esto, el “life style” de sus principales accionistas los mantuvo alejado de la desinversión de su empresa de aviación: “Aero Servicios Regiomontanos”.
Tomás González Sada, uno de los principales accionistas de Cydsa, mantiene su inversión en la empresa “Aero Servicios Regiomontanos”, firma que hace un par de semanas solicitó la renovación de su licencia para operar el servicio de taxi aéreo entre México y Estados Unidos al Departamento de Transporte de la Unión Americana (DOT, por sus siglas en inglés).
Según la información del DOT, la compañía que inició operaciones en 1996 realiza entre 250 y 300 vuelos entre México y Estados Unidos al año en dos Jet Cessna Citation (matrículas XA-RGS y XA-GBM) con capacidad para ocho personas cada uno. Es decir, pretende volar entre cinco y seis veces por semana al vecino país.
En la información enviada a las autoridades estadounidenses señalan que “Aero Servicios Regiomontanos”, además de los ejecutivos Cydsa, también transporta a empleados de alto rango de las también endeudadas Vitro y Cemex.
Datos de enviados por las empresas a la BMV muestran que a junio de este año, Cydsa tenía 40 empleados de alto rango (renglón de funcionarios en información a la BMV), Cemex reportó solo 10 y la otrora gigante vidriera regiomontana Vitro tenía 180 ejecutivos.
A junio de este año, Vitro reportó pasivos con costo por alrededor de 1,600 millones de dólares e incluso se encuentra en concurso mercantil (similar al Capítulo XI de la Ley de Quiebras de Estados Unidos) por problemas de insolvencia. (Un punto a destacar del poderío que llego a tener Vitro es que es la única empresa mexicana que ha lanzado una compra hostil o “take over” a una compañía en el extranjero. En 1989 a la vidriera estadounidense Anchor Glass por 900 millones de dólares).
“Aero Servicios Regiomontanos” es propiedad a partes iguales de Tomás González Sada, presidente del consejo de administración de Cydsa, y de su hermano Pablo González Sada, miembro del consejo de la compañía y presidente de Uniexcel Chemical Solutions.
Si bien, la información en manos del DOT señala que esa compañía atiende a ejecutivos de Cemex, es importante señalar que la cementera regiomontana también tiene su propia empresa de taxi aéreo particular.
La empresa Aviación Comercial de America es propiedad de la cementera regiomontana, Cemex, firma que registró hasta junio de 2011 un saldo de su deuda total superior a los 18,400 millones de dólares (incluyendo deuda perpetua). La compañía tiene operaciones en más de 50 países.
Datos de la industria muestran que el brazo aéreo de Cemex, Aviación Comercial de América, tiene en operación tres lujosos jets fabricados por la francesa Dassault Falcon Jet Corp., de los cuales el más suntuoso sería el Dassault Falcon 7X (extra oficialmente se sabe que la matrícula es XA-CXW) que tiene un precio de catálogo de entre 37 y 40 millones de dólares con una autonomía de vuelo de casi 6,000 millas náuticas. Los otros dos aviones serían un Falcón-2000EX y un Falcón-900EXEASY.
El pasado 5 de agosto, el DOT renovó la licencia de Aviación Comercial de América por un periodo de dos años más para volar a la Unión Americana.
Por ejemplo, otra empresa que a pesar estuvo al bordo del colapso tampoco se deshizo de su participación accionaria de su empresa aérea fue la gigante productora de harina y tortillas de maíz, Gruma, del empresario Roberto Barrera González.
Gruma posee el 54.7% de la empresa Transporte Aéreo Técnico Ejecutivo (Tatesa), mientras que la otra compañía del empresario Barrera González, Grupo Financiero Banorte, posee el 45.3%, esto a través de la firma Sólida Administradora de Portafolios.
Es importante señalar que toda está información de la industria de la aviación en México es pública en Estados Unidos, a diferencia de México, donde la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a través de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) solo despliega dos hojas o cuartillas, con unos cuantos datos.
Otro ejemplo, totalmente diferente al registrado por empresas regiomontanas con elevados niveles de deuda, con compañía de aviación privada es la compañía Aeroservicios de Nuevo León, propiedad de Polímeros Adhesivos y Derivados (Grupo Impac, productor de adhesivos para impermeabilizar) y su principal accionista Ricardo Rodríguez Cantú. (El Semanario Agencia, ESA)
Fotos: http://www.aviationcorner.net/gallery.asp?registration=XA-CXW
Por ejemplo, extraoficialmente se comenta que previo a que la siderúrgica Altos Hornos de México (AHMSA) se declarara en suspensión de pagos (en mayo de 1999 con una deuda de por lo menos 1,300 millones de dólares) sus ejecutivos para no perder el “life style” se transportaban en avión privado de Monclava, Coahuila a Monterrey, Nuevo León para un corte de cabello.
La distancia carretera entre esas dos ciudades es de 220 kilómetros (Km.), mientras que el avión tenía que volar 175 Km. Dado el glamour de esos ejecutivos, a la llegada a los respectivos aeropuertos se desplegaba un sistema de seguridad con vehículos y personal adiestrado (en México a estos empleados se les denomina ‘guaruras, aunque la palabra se ha deformado a ‘guarros’).
Otro ejemplo, el otrora gigante conglomerado químico Cydsa, que enfrentó severos problemas de liquidez que la obligaron a emprender una larga reestructura financiera que se extendió por varios años para concluir hasta 2007 y que la obligó a vender activos estratégicos. Incluso a principios de 2001 vendió hasta la casa (el edificio de oficinas corporativas y 7.4 hectáreas de terreno) a Cemex. Pese a todo esto, el “life style” de sus principales accionistas los mantuvo alejado de la desinversión de su empresa de aviación: “Aero Servicios Regiomontanos”.
Tomás González Sada, uno de los principales accionistas de Cydsa, mantiene su inversión en la empresa “Aero Servicios Regiomontanos”, firma que hace un par de semanas solicitó la renovación de su licencia para operar el servicio de taxi aéreo entre México y Estados Unidos al Departamento de Transporte de la Unión Americana (DOT, por sus siglas en inglés).
Según la información del DOT, la compañía que inició operaciones en 1996 realiza entre 250 y 300 vuelos entre México y Estados Unidos al año en dos Jet Cessna Citation (matrículas XA-RGS y XA-GBM) con capacidad para ocho personas cada uno. Es decir, pretende volar entre cinco y seis veces por semana al vecino país.
En la información enviada a las autoridades estadounidenses señalan que “Aero Servicios Regiomontanos”, además de los ejecutivos Cydsa, también transporta a empleados de alto rango de las también endeudadas Vitro y Cemex.
Datos de enviados por las empresas a la BMV muestran que a junio de este año, Cydsa tenía 40 empleados de alto rango (renglón de funcionarios en información a la BMV), Cemex reportó solo 10 y la otrora gigante vidriera regiomontana Vitro tenía 180 ejecutivos.
A junio de este año, Vitro reportó pasivos con costo por alrededor de 1,600 millones de dólares e incluso se encuentra en concurso mercantil (similar al Capítulo XI de la Ley de Quiebras de Estados Unidos) por problemas de insolvencia. (Un punto a destacar del poderío que llego a tener Vitro es que es la única empresa mexicana que ha lanzado una compra hostil o “take over” a una compañía en el extranjero. En 1989 a la vidriera estadounidense Anchor Glass por 900 millones de dólares).
“Aero Servicios Regiomontanos” es propiedad a partes iguales de Tomás González Sada, presidente del consejo de administración de Cydsa, y de su hermano Pablo González Sada, miembro del consejo de la compañía y presidente de Uniexcel Chemical Solutions.
Si bien, la información en manos del DOT señala que esa compañía atiende a ejecutivos de Cemex, es importante señalar que la cementera regiomontana también tiene su propia empresa de taxi aéreo particular.
La empresa Aviación Comercial de America es propiedad de la cementera regiomontana, Cemex, firma que registró hasta junio de 2011 un saldo de su deuda total superior a los 18,400 millones de dólares (incluyendo deuda perpetua). La compañía tiene operaciones en más de 50 países.
Datos de la industria muestran que el brazo aéreo de Cemex, Aviación Comercial de América, tiene en operación tres lujosos jets fabricados por la francesa Dassault Falcon Jet Corp., de los cuales el más suntuoso sería el Dassault Falcon 7X (extra oficialmente se sabe que la matrícula es XA-CXW) que tiene un precio de catálogo de entre 37 y 40 millones de dólares con una autonomía de vuelo de casi 6,000 millas náuticas. Los otros dos aviones serían un Falcón-2000EX y un Falcón-900EXEASY.
El pasado 5 de agosto, el DOT renovó la licencia de Aviación Comercial de América por un periodo de dos años más para volar a la Unión Americana.
Por ejemplo, otra empresa que a pesar estuvo al bordo del colapso tampoco se deshizo de su participación accionaria de su empresa aérea fue la gigante productora de harina y tortillas de maíz, Gruma, del empresario Roberto Barrera González.
Gruma posee el 54.7% de la empresa Transporte Aéreo Técnico Ejecutivo (Tatesa), mientras que la otra compañía del empresario Barrera González, Grupo Financiero Banorte, posee el 45.3%, esto a través de la firma Sólida Administradora de Portafolios.
Es importante señalar que toda está información de la industria de la aviación en México es pública en Estados Unidos, a diferencia de México, donde la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a través de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) solo despliega dos hojas o cuartillas, con unos cuantos datos.
Otro ejemplo, totalmente diferente al registrado por empresas regiomontanas con elevados niveles de deuda, con compañía de aviación privada es la compañía Aeroservicios de Nuevo León, propiedad de Polímeros Adhesivos y Derivados (Grupo Impac, productor de adhesivos para impermeabilizar) y su principal accionista Ricardo Rodríguez Cantú. (El Semanario Agencia, ESA)
Fotos: http://www.aviationcorner.net/gallery.asp?registration=XA-CXW
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