Los principales indicadores de tendencia para la economía estadounidense están reafirmando los temores de que la economía de Estados Unidos va a frenarse en la segunda mitad del año.
El índice de indicadores líderes (que miden las expectativas para los siguientes tres a seis meses) apuntó a una mayor debilidad, al mismo tiempo que los datos de manufacturas en el área de Filadelfia se contrajo por primera vez en un año y las solicitudes de beneficios por desempleo llegaron a su mayor nivel desde noviembre.
El indicador de perspectivas para la economía avanzó 0,1%, tras una caída de 0,3% en junio, su mayor descenso desde febrero de 2009, informó Conference Board.
Cuatro componentes del índice bajaron, incluyendo una caída en las expectativas de consumo y permisos de construcción.
El índice de manufactura de la Reserva Federal de Filadelfia, en tanto, volvió a terreno negativo. El sector manufacturero, que fue clave para sacar a Estados Unidos de la Gran Recesión, probablemente se va a desacelerar en los próximos meses, debido a la caída en el gasto de los consumidores.
"El crecimiento se va a desacelerar en el segundo semestre y podríamos enfrentar algo un poco más negativo que eso", advirtió a Bloomberg el economista senior de Wells Fargo Securities, Mark Vitner.
Un informe separado mostró que el mercado laboral sigue sin repuntar. Las solicitudes de beneficios por desempleo por primera vez ascendieron en 12 mil la semana pasada a 500 mil, según el Departamento de Trabajo.
El gobierno tiene las manos atadas para inyectar más estímulo, debido al desequilibrio fiscal. Según la oficina de presupuesto del Congreso, el déficit llegará a US$ 1,3 billón (millón de millones) este año fiscal, que termina el 1 de octubre.
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