La entidad vinculada al grupo Cencosud, aún cuando anota utilidades, ha tenido un rendimiento menor a sus competidores en la "banca retail", principalmente si se toma en cuenta a su competidor más importante como es Banco Falabella.
En la plana ejecutiva, el miércoles renunció Schlotfeldt, quien a su vez a comienzos de 2009 reemplazó a Nelson Guerra. En forma interina asumió la conducción el gerente comercial, Jorge Castillo.
Y es que, tal como ocurrió con la banca retail, la crisis desde 2008 le pegó fuerte al banco. La positiva evolución que registró en sus márgenes entre 2005 y 2008 compensó, en parte, la contracción en el crecimiento de sus colocaciones y el aumento de la morosidad de su cartera que se gatilló hace dos años con la crisis subprime.
No obstante, señala un informe de la clasificadora de riesgos Feller Rate, hacia fines de 2008 el mayor riesgo crediticio de la entidad comenzó a requerir de altos gastos en provisiones y castigos. Con ello, su rentabilidad sobre activos se contrajo, pasando de 1,6% en 2006 a 0,7% en 2008.
Según fuentes cercanas al banco, la vocación del grupo está más vinculada al comercio que al negocio bancario y eso se ha traducido en cambios en el modelo de negocios y rotación de ejecutivos, cosa poco habitual en la industria bancaria.
Por otro lado, los resultados de la institución financiera, si bien son positivos, están bajo el su competencia directa como Banco Falabella. Mientras la entidad ligada a la familia Solari logró utilidades a abril de 2010 por $ 5.485 millones, Banco Paris anotó $ 1.226 millones.
Horst Paulmann ingresó al mercado bancario al concretarse la OPA por Paris, en 2005, por lo que además de sumar la operación del retailer al grupo, debió adquirir rápidamente el know how para administrar y hacer crecer el banco. Según han comentado fuentes de la industria, uno de los objetivos que se ha impuesto es mejorar los resultados de la institución y acortar la brecha que existe con los actores importantes de la banca de consumo.
Los desafíos
Según comenta Natalia Aranguiz, analista de WAC Research, uno de los problemas que enfrenta Banco Paris es su nivel de eficiencia, que se encuentra bajo el promedio del sistema. "Sobre todo respecto de los otros dos, en el sentido de comparar gastos de apoyo", comenta.
A abril de este año, la eficiencia operativa -a resultado operacional bruto- de la institución fue de 52,77%, en circunstancias en que el Banco Ripley alcanzó un 47,19%, y Falabella registró un 42,63%. En tanto, el promedio de la banca fue de 41,98%.
Según la analista, la forma de aumentar los niveles de eficiencia, en general, se logra vía adquirir nuevos sistemas informáticos, incentivos, y mejorando la fuerza de venta.
Respecto de la rentabilidad, mientras la industria bancaria tuvo retornos sobre patrimonio después de impuestos de 20,91% a abril de este año, Banco Paris tuvo 14,66%, Ripley 11,91% y Falabella 17,53%.
DiarioFinanciero.com
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