2014/11/25

América Latina: ¿En qué países invertir y qué activos comprar?

América Latina: ¿En qué países invertir y qué activos comprar?Los expertos se fijan en determinados países y, sobre todo, en determinados valores, especialmente los más expuestos a la economía regional, que goza de mayor salud que la global

No está siendo un buen año para el Latibex, el índice español y en euros en el que cotizan las principales empresas latinoamericanas: cae más de un 10 por ciento, penalizado, sobre todo, por las compañías mineras. Es cierto que América Latina ha sufrido una desaceleración de su crecimiento, a excepción, como dice Rose M. Boudeguer, de Banca March, de Colombia y México. Quizás, como apunta Juan José García Petit, de la gestora de BBVA, por el agotamiento de su modelo de crecimiento, pero también por el enfriamiento de China y de la zona euro. 
Así, desde Lombard Odier, comentan: «El crecimiento de Latinoamérica se basó excesivamente en el 'superciclo' de las materias primas, y descuidó la diversificación en áreas productivas y políticas orientadas hacia la emergencia de una clase media. Asimismo, la subsiguiente expansión del crédito obligó a los bancos centrales a adoptar una política restrictiva. Por ello, economías sudamericanas como Brasil, Chile y Perú, que tradicionalmente habían sido los imanes de capital extranjero en la región, en la actualidad se hallan en medio de una fuerte desaceleración económica que raya la recesión». 
Alejandro Varela, de Renta 4, también cauto respecto a la región, comenta tres flaquezas principales: además de la difícil situación de las materias primas, la debilidad de la economía mundial, así como la especial sensibilidad a las subidas de los tipos en EE.UU., lo que puede provocar una nueva huida de capitales, como la que se produjo con el «tapering», con el proceso de reducción de compra de activos por parte de la Fed.
Aunque no podemos tomar a la región como un todo. Cada país tiene sus propias dinámicas, como expone García Petit. Así, México, gracias a su exposición a EE.UU., adonde van el 80 por ciento de las exportaciones, ha sorteado mucho mejor este contexto. En cambio, Brasil, debido a su pequeña apertura al mercado global y ésta, limitada al mercado de materias primas, que no atraviesa su mejor momento, ha sufrido más. Sobre todo, precisa Varela, a partir de mediados de año, cuando se inició el proceso electoral y, especialmente, cuando se atisbó que Dilma Rousseff repetiría en el cargo. 
Hay situaciones intermedias, como la de Colombia, que se aprovecha de la fortaleza de EE.UU., pero ha tenido que enfrentarse a unas «commodities» a la baja. También Chile, que además, como Brasil, ha sufrido las dudas derivadas de un proceso electoral. 
Respecto al principal riesgo, al de la fuga de capitales una vez la Fed comience a subir tipos, de acuerdo con Frederico Tralli, de BNP Paribas Investment Partners, el país mejor preparado es México, debido a su bajo déficit por cuenta corriente. En cuanto a Brasil, ya tiene descontado en los precios en gran medida ese efecto y hay que tener en cuenta que, de ahora en adelante, irá reduciendo su desequilibrio exterior. En Chile y Colombia apenas ve efecto negativo. Y en Perú, las reservas internacionales compensarán su elevado déficit exterior. 
Estas diferentes situaciones de los países latinoamericanos hacen pensar que la mejor manera de abordar la inversión es siendo muy selectivo. Teniendo en cuenta que, como comenta Frederico Tralli, lo peor ha quedado atrás. Aunque este experto afirma que América Latina es un mercado atractivo con vistas al largo plazo. Para García Petit, hay tres razones por las cuales la región gana atractivo con vistas al medio plazo: la existencia de fuentes internas de crecimiento, como el consumo interno o el desarrollo de infraestructuras, lo que la hará menos dependiente de las exportaciones; que la normalización de la política monetaria en EE.UU. se esté compensando por las nuevas medidas del BCE y del Banco de Japón, además del atractivo relativo de la rentabilidad de los activos latinoamericanos respecto de los de los países desarrollados; el menor riesgo de noticias negativas de la dimensión de la desaceleración china; además de la creciente integración regional, lo que también reduce su dependencia del resto del mundo. 
Perú, Colombia y México
Tralli vuelve a insistir: hay que ser muy selectivo. Desde un punto de vista fundamental, macro, este experto apuesta por Perú y México, por la reaceleración que espera de su crecimiento económico. Desde un punto de vista «micro», Tralli afirma que la bolsa brasileña ofrece oportunidades de inversión, aunque teniendo en cuenta que el peor año del ciclo para Brasil será 2015.
Para Lombard Odier, «Colombia y México son excepciones notables en nuestra cautelosa postura respecto a Latinoamérica, ya que están evolucionando mucho mejor que sus 'camaradas'. La primera, no obstante, está comenzando a dar señales de un mercado inmobiliario sobrecalentado y un excesivo crecimiento del crédito. Al igual que ha ocurrido en países vecinos, la obsesión del banco central con los objetivos de inflación podría hacer estallar una burbuja de activos en Colombia». 
Lombard Odier es más optimista con México: «Para reducir la dependencia de los ingresos del crudo, se han subido los impuestos, lo que a su vez está ejerciendo presión sobre la evolución de los salarios. Sumado a un IPC a la baja, supone que el banco central puede mantener su postura de relajación. También ayuda la robustez de la industria de EE.UU.», comentan. 
Varela coincide en que las apuestas naturales en estos momentos son Colombia y México. Añade que Perú tiene potencial. Y apunta que el resto de mercados sólo son aconsejables para jugar a rebotes. En Chile tiene una posición neutral, debido al golpe sufrido por la caída de las materias primas. Y también en Brasil. Y es que, como dice Boudeguer, aunque Brasil es el país con mayor potencial por el tamaño de su mercado interno, es el que más problemas concentra: su crecimiento es de los más bajos de la región; su inflación, de las más altas; y sus déficit gemelos (fiscal y externo) roza los máximos aceptables. 
Según García Petit, las mejores opciones en bolsa se encuentran en la región andina, es decir, en Chile, Perú y Colombia, debido a que van a continuar creciendo a ritmos superiores al 4 por ciento, además, requieren inversiones en infraestructuras y mantienen un consumo interno elevado. Y, por último, sigue apostando por México. Aunque reconoce que este mercado está un poco caro, aún conserva oportunidades a medio plazo. De hecho, desde Deutsche AWM, Luiz Riberio constata que el mercado mexicano cotiza con un per (precio entre beneficio) de 20 veces, por lo que hay que ser muy selectivo a la hora de escoger valores. 
Este experto aboga por Perú, que es, entre los pequeños, el país que más crece, debido a su favorable pirámide poblacional. Boudeguer, además, destaca su sólida situación fiscal, lo que le hace posible emprender políticas de fomento a la actividad. También la estructura poblacional favorece a Colombia, aunque a corto plazo le perjudica la caída del crudo. Y, por último, a Riberio le gusta Chile, que, en su opinión, ofrece oportunidades por su peor comportamiento relativo de los últimos años. También porque, como añade Boudeguer, aunque su mercado interno es más pequeño, saca partido a la expansión del resto del área y de su afán por resolver algunas de sus carencias, como la de combustibles fósiles, con el desarrollo de las energías alternativas. Además, está fomentando el turismo de alta gama y las «start ups» tecnológicas.
Qué acciones 
García Petit considera que, además de por países, hay que ser muy selectivo por acciones. Y busca compañías de tres temáticas: las que sacan fruto del avance del consumo; las que le sacan partido a la integración regional; y las ligadas a la inversión en infraestructuras. En concreto, apunta el atractivo de las compañías de financiación al consumo de Brasil, como Itaú; así como los aeropuertos mexicanos OMA y Cemex; y la empresa brasileña de servicios educativos Kroton. 
Los expertos de Lombard Odier, advierten de que en Brasil los precios no parecen haber descontado gran parte de las malas noticias: «Los inversores oportunistas podrían así encontrar algunas inversiones selectivas de altos rentabilidad y riesgo en ese mercado, sobre todo en el de renta fija». 
Tralli coincide en la apuesta por el sector financiero. Además del brasileño, también le gustan el mexicano y el peruano. Y comenta que habría que evitar el sector de las materias primas, dado que la caída de su precio terminará afectando a la evolución de sus resultados. La única excepción que plantea este experto tiene que ver con la industria del papel, en la que hay mejor relación entre oferta y demanda. 
A diferencia de otros expertos, Tralli aconseja evitar el sector consumo, debido a lo caro que cotiza, lo que contrasta con un gasto de los hogares que se va desacelerando, tanto en Brasil como en México. Y Bianca Taylor, de Loomis Sayles & Company, cree que hay que evitar las eléctricas brasileñas y, en general, las empresas del país participadas por el Estado.
Oportunidades en renta fija latinoamericana
No podemos dejar a la deuda de lado. Máxime si nos dice Juan José García Petit, de BBVA AM, que la prefiere a la renta variable. Y también Rose M. Boudeguer, de Banca March. Pero discrepan en algo estos dos expertos. García Petit prefiere la renta fija en moneda local. Boudeguer, con la divisa cubierta. El primero cree que la depreciación sufrida por las monedas de la región debe darse la vuelta. La segunda, opina que su caída contra el dólar continuará, aunque con una tendencia menos pronunciada que hasta el momento. Pero como el euro también caerá contra el dólar, la gran pregunta es si la moneda europea caerá contra las latinas o al revés.Boudeguer cree que las emergentes serán más débiles. Pero Bianca Taylor, de Loomis Sayles & Company, afirma que las divisas latinoamericanas deberían hacerlo bien contra el euro. Pero Luiz Riberio, de Deutsche AWM, explica que depende de lo que ocurra. Así, en el caso del real brasileño, podría continuar depreciándose, pero si la presidenta hace reformas y recupera la confianza, podría vivir un rebote. El peso mexicano, por su parte, podría ganar posiciones, dados los buenos fundamentales del país, pero dado que es la moneda más líquida del área, podría sufrir si vienen mal dadas para otras monedas de la región. 
En cuanto activos en particular, García Petit nos cuenta que le gusta la renta fija brasileña porque los tipos del diez años en el 13 por ciento descuentan un escenario malo en exceso. Por ejemplo, una bajada de la calificación crediticia, algo que García Petit no prevé, pero sí Bianca Taylor, Además, le gusta México, un mercado más estable que el brasileño y con una rentabilidad también interesante. También Colombia, aunque habría que mirar el impacto de la bajada del crudo en sus presupuestos y si necesita más crédito. 
Alfredo Mordezki, de BBVA, por su parte, comenta que le gusta más la renta fija corporativa. En cuanto duración, ahora mismo su cartera es de algo más de cuatro años: «El mercado latinoamericano es de plazos largos. En muchos casos, nosotros preferimos tomar más riesgo de crédito en bonos a plazos más cortos, que tomar riesgo duración en los más largos», explica Mordezki. Y opta, además, a diferencia de García Petit, por las emisiones en moneda fuerte: «A largo plazo vemos inversores tomar posición en divisas locales. Son niveles sin duda atractivos de entrada, pero significan también más volatilidad». En Chile, en particular, cree que la divisa ha tenido un castigo excesivo y que es, claramente, una oportunidad.

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