Miles de trabajadores italianos salieron ayer a protestar en las principales ciudades del país durante un paro nacional de ocho horas en contra de los planes de austeridad del gobierno. Las movilizaciones afectaron el transporte terrestre y la operación de los aeropuertos. Sin embargo, pese a los reclamos de los sindicatos, en las últimas horas las autoridades anunciaron que endurecerán aún más los ajustes. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, resolvió elevar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en un punto porcentual a 21% e imponer un gravamen de 3% sobre los contribuyentes con ingresos superiores a 500 mil euros al año.
Las medidas estaban contempladas en el programa original que Italia comprometió a cambio de que el Banco Central Europeo ayudara a financiar su deuda, pero en la última semana, el premier había suavizado la iniciativa debido a las presiones de sus socios de alianza. Sin embargo, la respuesta de los mercados fue muy dura, disparando los costos de financiamiento de Roma. Por su parte, el instituto emisor europeo amenazó dejar de prestar ayuda al gobierno italiano.
Junto con reponer el plan original, Berlusconi pidió ayer al Congreso que convoque a un voto de confianza sobre su gobierno para dar legitimidad a las iniciativas.
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Las medidas estaban contempladas en el programa original que Italia comprometió a cambio de que el Banco Central Europeo ayudara a financiar su deuda, pero en la última semana, el premier había suavizado la iniciativa debido a las presiones de sus socios de alianza. Sin embargo, la respuesta de los mercados fue muy dura, disparando los costos de financiamiento de Roma. Por su parte, el instituto emisor europeo amenazó dejar de prestar ayuda al gobierno italiano.
Junto con reponer el plan original, Berlusconi pidió ayer al Congreso que convoque a un voto de confianza sobre su gobierno para dar legitimidad a las iniciativas.
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