La industria manufacturera de China se enfrió en julio por primera vez en más de un año, luego de que el gobierno tomara medidas drásticas en contra de la especulación inmobiliaria.
El índice de gerentes de compra entregado ayer por HSBC y Markit Economics cayó a 49,4 puntos, desde 50,4 en junio, la primera desaceleración desde marzo de 2009. Un informe separado del gobierno mostró el domingo un descenso a 51,2 puntos, desde 52,1. Una lectura superior a 50 denota expansión.
Los índices mostraron que las medidas gubernamentales para frenar el crédito bancario y la lucha contra la especulación inmobiliaria tuvieron el impacto que se esperaba. Por ello, las bolsas reaccionaron con optimismo ante los datos.
"Esta es la desaceleración que el gobierno deseaba, esto no es una nueva crisis global", explicó a Reuters el estratega de TD Securities, Roland Randall. "Las restricciones gubernamentales y el menor estímulo fiscal son los culpables", acotó.
Las autoridades podrían retrasar su decisión de subir las tasas de interés, ya que las medidas de austeridad y el desempleo en las economías avanzadas ensombrece el panorama para los envíos. Los analistas prevén además que el gobierno tome más medidas para impulsar el crecimiento hacia fin de año.
"Las medidas del gobierno están sacando de la economía los riesgos de sobrecalentamiento, pero un debilitamiento mayor sería preocupante, ya que el panorama para las exportaciones chinas también podría deteriorarse", dijo a Bloomberg el economista de Credit Agricole, Dariusz Kowalczyk.
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