El oro extendió su tendencia alcista a un máximo de 11 meses por la demanda de activos de refugio luego que el presidente de EEUU, Donald Trump, considerara nuevas sanciones económicas que podrían apuntar a China tras la prueba nuclear de Corea del Norte.
El metal llegó a subir hasta 1,1% después de que Corea del Norte anunciara el domingo que realizó exitosamente una prueba de una bomba de hidrógeno con “una gran potencia sin precedentes”, lo que motivó que Trump amenazara con aumentar las sanciones económicas y detener el comercio con cualquier nación que haga negocios con Corea del Norte. Los inversores también analizaron un informe de que Pyongyang está preparando el lanzamiento de un misil balístico intercontinental.
El oro ha registrado un alza de 16% este año a medida que los inversionistas sopesan la posibilidad de un conflicto en Asia en tanto el régimen de Kim Jong Un continúa con las pruebas de misiles. Un funcionario surcoreano dijo a legisladores el lunes que Corea del Norte está preparando lanzar un misil, pero no especificó un plazo.
“La demanda por refugio es la orden del día”, señaló Simona Gambarini, economista de bienes básicos de Capital Economics Ltd. en Londres. “Si la tensión continúa aumentando, los precios podrían superar los US$1.350 y permanecer en ese nivel hasta que haya algo más de certeza sobre la situación en la península”.
El oro para entrega inmediata subía 0,7% a US$1,334.52 la onza en Nueva York, según los precios genéricos de Bloomberg, además el metal precioso subió 2,6% la semana pasada, su mayor alza desde junio de 2016.
Si el alza del oro se puede mantener dependerá de “cuales nervios colapsan”, dijo David Lennox, analista de recursos naturales de Fat Prophets en Sídney. Corea del Norte está empujando a Trump hacia la acción militar, lo que podría llevar al oro a permanecer más alto por más tiempo, dijo, y agregó que las sanciones exitosas harán que la prima del metal precioso se disipe.
Los precios también han subido ante las expectativas de que la Reserva Federal adopte una posición de lentitud sobre más aumentos a las tasas de interés. Las tasas bajas son una bendición para los activos que no generan intereses, como los metales preciosos.
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