Al menos tres suicidas participaron en los ataques yihadistas.
El pasado miércoles, la fiscalía belga confirmó que al menos cuatro personas participaron en los atentados del martes en Bruselas, que causaron 31 muertos y 270 heridos.
Por ahora las autoridades han establecido la identidad de dos de los yihadistas, pero no han identificado a un tercer kamikaze que actuó en el aeropuerto de Zaventem. Tampoco al cuarto sospechoso que escapó del aeródromo belga tras la explosión y que está siendo buscado.
Ibrahim y Jalid El Bakraoui son dos hermanos que se quitaron la vida para crear el terror. El primero se suicidó al hacer estallar una bomba en el aeropuerto de Bruselas y el segundo se quitó la vida en la explosión que provocó en un vagón de metro de la estación de Maelbeek, localizada cerca de las instituciones europeas.
Según el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, Ibrahim fue detenido en el sur de su país en 2015 y deportado a Bélgica, donde se ignoraron las advertencias sobre su peligrosidad y fue puesto en libertad.
Según ha anunciado en rueda de prensa el fiscal general belga, Frédéric van Leeuw, se ha encontradoun escrito de Brahim El Bakraoui durante un registro en el distrito belga de Schaerbeek. El texto, una especie de testamento, no contiene ninguna referencia al Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), pero sí presuntas alusiones indirectas al terrorismo.
Los hermanos fallecidos Jalid y Brahim El Bakraoui, ambos nacidos en Bruselas, de nacionalidad belga y de 27 y 30 años —respectivamente—, tienen antecedentes penales por delitos no vinculados con el terrorismo.
Hasta el aeropuerto de la capital belga también se desplazó otro terrorista suicida que provocó la segunda explosión, aunque su identidad todavía se desconoce. Además, un cuarto terrorista logró huir y su identidad sigue sin ser confirmada, pero se ha convertido en el hombre más buscado de Europa.
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